“”Puede servir de revulsivo para que este gamberro de Hollywood mueva ficha hacia proyectos menos fascinados por el exploit si no quiere convertirse en uno de aquellos artesanos que labraron su carrera a base de serie-Z””

★★☆☆☆ Mediocre

Machete

El regreso de Quentin Tarantino con Kill Bill (2004) rescató la gracia del cine de explotación de los 70 para crear un nuevo tipo de blockbuster freakie en el que lo imposible se volvía macarra y el celuloide reclamaba grano, ofreciendo divertidísimas óperas de cutrez y violencia como GRINDHOUSE(2007). Una de las piezas más celebradas de aquella película era un falso tráiler dirigido por Robert Rodríguez sobre un Mexicano llamado Machete. Un festival de incorrección política, sangre y tufillo a cine de “vigilantes” al que la impronta de Danny Trejo recordaba a un charles Bronson Latino y superduro. Pese al fracaso económico de aquel programa doble, parece que Rodríguez quiso extender la broma y convertir Machete en un largo de más de hora y media de duración. Error. Las ganas del director de continuar la tradición Grindhouse en el cine comercial han precipitado en una película pobre, con producción de rebajas y, triste decirlo, bastante aburrida. Es conocido para los que odian o aman al director tejano su tendencia al exceso, su preferencia sobre el delirio visual a las  tramas más sustanciosas. Pero hasta ahora había conseguido hilvanar estupendas obras de serie B como Abierto Hasta el Amanecer( From Dusk Hill dawn, 1996) o incluso la propia Desperado(1994) donde quizá la influencia de su colega Tarantino equilibraba el resultado hacia derroteros narrativamente más compensados. Pero Machete no logra crear adrenalina y el desfile de secuencias alocadas han perdido la frescura y la capacidad de fascinación de su anterior visita al explotation.

Parte de las secuencias de acción parecen directamente sacadas de Planet Terror(2007),  su segmento de Grindhouse, y las imágenes más celebradas son las que se vieron en el falso trailer. No añade nada nuevo ni lo hace mejor, sencillamente hay una historia que cuadra bastante bien con las imágenes que ya conocíamos y un intento  constante en hacer de Machete un personaje de Cómic memorable. Cierto es que Trejo tiene una gracia especial con su expresión hierática y su pinta de pocos amigos, pero la historia no es un prodigio de originalidad y pese a que emula muy bien la suciedad de aquellos actioner ochenteros de videoclub mugriento a los que referencia, la sorpresa acaba poco antes de que la trama arranque motores. No se puede negar que hay momentos divertidos aquí y allá, violencia grotesca y sin complejos y un sabor a burrito que le da al conjunto un tratamiento cuanto menos especial. Pero el petardo no se sostiene y no sólo cae en la previsibilidad sino que falla en corto al no conseguir enhebrar el interés necesario en la trama o resolver las carencias de un guión plagado de one-liners sin sentido. Incluso cabría esperar una producción algo más elaborada, suponemos que su impresionante reparto consume buena parte del presupuesto, pero su aspecto digital,  de película directa a video, daña el conjunto y no es tanto un elemento nostálgico como una sensación de estar presenciando una película amateur.

 No es desdeñable el empeño de Rodríguez en hacer cierta apología de sus raíces mexicanas. La banda sonora de su grupo Chingon o el sarcasmo a costa de la inmigración y las fronteras añaden cierto toque de denuncia y revolución a las motivaciones de Machete. La versión original está llena de frases en castellano, y con su plantel de estrellas latinas la propia película pretende ser una reivindicación dentro del propio panorama cinematográfico estadounidense. Casi todos los personajes funcionan a medias pese a existir ciertas actuaciones destacables, como ese Senador texano que borda De Niro o el siempre interesante Jeff  Fahey. Machete también se une a la moda del rescate y, entre amigos y familia del director, tenemos a viejas glorias haciendo  de villanos como Don Jonson o Steven Segal, que podrían haber dado mucho más de sí. El conjunto final es una amalgama en la que determinadas piezas funcionan pero la suma es mucho menor que sus ocasionales brillos. Lo  peor es que no logra mantener un nivel de entretenimiento uniforme, haciendo que en ocasiones  resulte plomiza en sus partes más dialogadas, perdiendo efectividad en las siguientes secuencias de acción. Un trabajo menor que devalúa la cualidad excitante de este tipo de bromas y puede servir de revulsivo para que este gamberro de Hollywood mueva ficha hacia proyectos menos fascinados por el exploit si no quiere convertirse en uno de aquellos artesanos que labraron su carrera a base de serie-Z.  

Lo mejor: El propio Machete, la hilaridad de ciertos momentos, sus macarradas...
Lo peor: Que de eso no hay tanto como cabría esperar y resulta una película de explotación que explota toda la gracia que tuvo Planet Terror.
publicado por Jorge Casanueva el 1 octubre, 2010

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