Predators
La primera Depredador ya contó con una secuela, Predator 2, que en 1990 dirigió Stephen Hopkins (Pesadilla en Elm Street 5 y la más reciente e interesantísima Blindado), y que fue injustamente repudiada por gran parte de la crítica y del público. Pese a aquellas duras críticas, aquella segunda parte fue un muy buen título de sci-fi y terror que, si bien no superaba a la película original de John McTiernan, sí contaba con una serie de virtudes, siendo la más destacable de todas el positivo cambio de escenario. En definitiva, que fue muy buena como secuela.Los ejecutivos de la Fox y Robert Rodríguez se empeñaron en volver a las fuentes de la saga para entregar una especie de secuela-reboot-remake que se caracteriza principalmente por el reciclaje de ideas previas aprovechando además otras tantas procedentes de los cómics basados en la franquicia. La historia que plantea la película la hemos visto ya en decenas de cómics, pero es de agradecer. Eso sí, el suspense que ésta intenta imitar no tiene nada que hacer con el que generaba aquella obra maestra que fue la primera Predator. Aquí ya sabemos el destino de los protagonistas y, salvo un buen número de giros argumentales, pocas sorpresas serán capaces de causar algún tipo de impresión en el espectador.
El film, en líneas generales, está bien hecho. Es decir, que tanto la puesta en escena como las interpretaciones, la fotografía o la banda sonora reciclada, están bastante conseguidas. Destaco, sin duda, el buen hacer de un actor tan notable como Adrien Brody, en un papel que, aunque pudiera parecer lo contrario, le ha venido como anillo al dedo, habiendo hecho un trabajo sumamente espectacular. La verdad es que el resto de actores se limitan a poner gesto de serie B en un producto que huele y sabe a pura serie B.
Lo peor, a destacar, son demasiados agujeros argumentales, nacidos de las ansias del guionista Alex Litvak de entregar un libreto sorprendente que, al final, termina por resultar sólo confuso. Hay demasiadas incoherencias argumentales como para que podamos considerar a Predators como una película redonda. Sí interesante, pero ni mucho menos es una buena película, y dista bastante del gran clásico de los ochenta.
Destaco, sin duda, los FX. No por buenos, sino porque vuelven a ser la típica sobredosis de infografía que tanto gusta a los directivos de Hollywood de hoy día. Hay detalles muy buenos, eso sí, como es el diseño de las criaturas, totalmente acorde con el de las dos primeras películas y el de los enfrentamientos entre Aliens y Predators.
El trabajo de dirección que ha hecho Nimród Antal (Habitación sin salida) es mecánico pero, pese a todo, eficaz.
Por consiguiente, resumo que Predators se limita a ser una agradable y entretenida entrega de sci-fi que no supera al resto de películas de la saga, como se pretendía y como se vendía en un principio, que ignora abiertamente el segundo film del ciclo y se convierte en una continuación del film d McTiernan, simpática y medianamente eficaz pese a sus numerosas limitaciones. Lo mejor de todo es que, por fin, no se trata del todo de un remake, sino de una esperada tercera parte.
Un 6.
Lo mejor: Entretiene y es bastante competente, con un aire a serie B de lo más sabrosa.
Lo peor: Tiene demasiadas incoherencias argumentales y algunos FX infográficos bastante mejorables.