Tengo una casa
Cuando la vi en su estreno cinematográfico hace casi quince años, me pareció toda una bocanada de aire fresco, una comedia española diferente, bien interpretada, con actores acertadísimos, gamberra, sincera en sus intenciones y además muy bien contada. Ahora la vuelvo a ver y mis elogios siguen siendo tan buenos o mejores.Mónica Laguna, su directora, solamente ha rodado otro largometraje, pero aquí acertó con el tono de humor tierno. Además de tener a Nancho Novo, Ernesto Alterio, Silke y Pedro Alonso (éste ya casi con su carrera centrada en la televisión), por allí aparecen en breves papeles los geniales Santiago Segura y El Gran Wyoming.
Pero es que además esta historia de un grupo de personajes en un casa en medio de un bosque, que pelean por un coche, por unas cajas de whisky, por la chica, por la amistad, por nada importante salvo encontrarse en compañía de otros; tiene la estupenda música de Los Enemigos y una mirada simpática, sin prejuicios, que me sigue robando sonrisas con cada nuevo visionado.