Espionaje corporativo revestido por toques de comedia y drama. A Matt Damon le sienta el bigote.
El soplón (the informant)
El espionaje corporativo que deja entrever este film no es un tema nuevo y de vez en cuando es abordado por las películas. El director Steven Soderbergh que al igual que en “Erin Brocovich” coloca a una persona común y corriente frente a una conspiración de proporciones. En contrapunto con la anterior se debe mencionar el tono más serio o emotivo no esta. Acá simplemente el realizador juega en todo momento con el espectador gracias al material y a la actuación del mimetizado Matt Damon. Inicios de la década de los noventas es donde se centra la historia, allí Mark Whitacre (Matt Damon), es un ejecutivo de una gran empresa del sector agrícola(maíz), comienza a investigar prácticas ilegales en torno a la fijación de precios monopólicos que van en franco agravio hacia los consumidores. Se va contra su empresa y decide colaborar con el FBI para desenmascarar a la entidad que le brinda el sustento, algo insólito para la policía que no sospecha nada más y que lo hace por buen samaritano. Comienzan las grabaciones concertadas y el espionaje con un hombre simple que es sometido a varias presiones extras y una serie de enredos que te llevan rápidamente a pensar que esta frente a un mentiroso compulsivo o si realmente existe la confabulación. Esos son los asuntos que debes ir descifrando en el film y no los contaré por supuesto. Damon que ha hecho una maravillosa carrera consolidada con la trilogía Bourne, ahora reincide con Soderbergh que lo tuvo en las tres partes de Ocean’s junto a oras grandes estrellas y le otorga un gran desafío de encarnar a este hombre caracterizándolo físicamente como más robusto, de camisa apretada, corbata chillona y bigote frondoso, lo que le resulta muy bien brindándole solidez a cierta parte del film que tiene una exigencia mayor hacia el espectador debido a los múltiples giros que va ejerciendo la trama en su desarrollo, nada parece ser como se planteo en un inicio. La excentricidad y la experimentación visual donde se filma con luces al natural son puntos fuertes que el director lleva adelante con maestría, evocando a muchas películas de los años setentas. El film esta basado en la historia real de del proveedor de alimentos Archer Daniels Midland, del libro “ The Informant! " y como su vida fue afectada al trabajar sin preparación en espionaje complicando mucho al FBI posteriormente. En si la cinta no es un producto de consumo masivo, su realizador así lo ha dictado conforme al material que navega por aguas bastante turbulentas y llenas de fina comicidad.