Un ciudadano ejemplar
Un ciudadano ejemplar es un thriller de venganzas que recupera cierto saborcillo del cine netamente ochentero adornado por unas notables interpretaciones, tanto de Gerard Butler como de Jamie Foxx. La trama, otra vez más, es la misma de siempre: Un ciudadano ejemplar casado y con una hija pequeña es testigo de la masacre de su propia familia y, tras un juicio en el que uno de los asesinos queda exculpado, deberá tomarse la justicia por su mano, aprovechando todos sus conocimientos de ingeniería y sus artimañas aprendidas cuando era agente del gobierno.La película engancha porque es burra como ella sola, es todo un ejercicio de violencia descarnada que en ocasiones llega a impresionar y se hace incluso poco recomendable para los espectadores más sensibles. Es más, parece que se recrea y regocija en las secuencias más violentas y turbadoras. A parte de eso, el dilema moral que plantea, a pesar de ser superficial, es interesante puesto que se respira un tufillo fascistoide bastante llamativo, contrarrestado por el papel de Jamie Foxx, que interpreta a un fiscal que intentará parar los pies al peligroso vengador.
Si bien la trama, aunque convencional, se antoja interesante, en el momento en el que el personaje de Butler es arrestado, pierde todo tipo de credibilidad, dándose de lleno al disparate y el sinsentido, pareciendo más bien una película de corte fantástico de super-héroes que un thriller. La parte de la historia que sí me ha convencido plenamente es su crítica descarnada al sistema judicial, siendo el personaje de Butler esa forma personificada de hacerle frente.
Por consiguiente y, en resumidas cuentas, Un ciudadano ejemplar se limita a ser un curioso producto con suspense, acción, sangre y violencia a raudales que es imposible tomarse en serio, dada la inverosimilitud de la historia y lo surrealista de su propuesta, siendo este su mayor lastre y lo que impide disfrutar la película al cien por cien.
Al menos, está bien hecha y bien interpretada, aunque esto no sea bastante como para que supere el aprobado con suficiencia.
Un 5,5.
Lo mejor: Su violencia descarnada, su dilema moral y que, a fin de cuentas, es entretenida.
Lo peor: Es muy, pero que muy poco creíble.