El ciempies humano
Tras varias semanas sin ver absolutamente nada de cine, me entró el mono y decidí penetrar de nuevo en el séptimo arte por la puerta grande, es decir el cine de terror.
Ésta es de aquellas cintas que uno rechaza tan sólo por el título. Un título tan ridículo no puede contener, piensa, nada que valga la pena ni que sea serio. Gran error. No siempre es así, pues en ocasiones las presentaciones más sencillas son precisamente aquellas de las que nos tenemos que fiar. Ahora recuerdo títulos como La mosca, El exorcista o La cosa.
Historia de horror con doctor loco cuya vehemente aspiración en este mundo es engendrar un ciempiés humano (cada cual a su rollo, aunque a algunos se les va la olla). Para materializar esta aberración rapta a tres jóvenes y los cose unos a otros, concretamente solapanado el ano del primero a la boca del segundo. A su vez, el ano del segundo es cosido a la boca del tercero. De este modo, las exquisitas viandas que come el segundo son los excrementos del primero, en tanto que el tercer componente tiene que conformarse con alimentarse a base de las cacas de las cacas (las del primero digeridas por las del segundo componente del ciempiés). En rigor, todo un alarde de retorcimiento mental.
Los efectos especiales no son muy buenos, pero ni falta que hace, pues la idea terrorífica es tan aplastante que la sugestión suple cualquier carencia. El desarrollo del filme es magistral, creando un clima opresivo y muy incómodo (como tiene que ser). Es, en definitiva, de esos filmes que uno busca durante meses sin saberlo; una producción verdaderamente inquietante pero que una vez encontrada causa cierto rechazo. Este amor/odio hacia una obra cien por cien turbadora e insana me recuerda a las sensaciones que experimenté viendo Martyrs o À l’intérieur.
Los experimentos de este ex nazi, coprofílico, sádico y psicópata, no son aptos para el aguante de cualquier espectador. Verdaderamente escalofriante, aunque las hay más duras. Como en todo en esta vida.