Estos chicos nerds sufren de bullying muy despiadado. Con humor trata de tocar fallidamente un tema tan serio.
No tan duro de pelar
Esta es una comedia que retrata un tema serio, lo que la hace ambivalente, por un lado se desprecia el tono pero el trasfondo es más que loable ser tratado. En todos los colegios hay personajes odiosos y que obviamente le hacen la vida imposible a quienes recién buscan un espacio en la sociedad y pueden marcar en definitiva ellos. Acá en esta cinta tres amigos medios “nerds” son acosados sistemáticamente y no hay ningún adulto en los pasillos, guardias ante las atrocidades que ocurren y también las figuras paternas estan más ausentes que nunca y son solo una sombra para los muchachos. La película concebida solamente como una ligera comedia deja entrever algo importante para dejarla pasar así como si nada, ya dice mucho en verdad de los que ocurre en la trastienda de una sala de clases con muchos anónimos muchachos que han sido victimas de bullying. Filkins, el personaje aterrador, es un torturador nato y convierte lo que se suponía los mejores años de su vidas de estos tres chicos en un infierno. Ante la desesperación reúnen dinero y hace un casting para contratar un guardaespaldas que resulta ser Drillbit Taylor (Owen Wilson) un vago que pide dinero en las esquinas y que en un inicio solo le interesa aprovecharse de los muchachos. La cinta tiene un tono bastante torpe, no sorprende en ningún momento a pesar de contar con Wilson como estandarte. Su mensaje es tal vez lo potente pero entre tanta ligereza de película queda a medio camino y no logra hacerlo de forma contundente. Así y todo, igual tiene algunos momentos entretenidos pero deja al espectador con algún vacío hacia el final tan predecible, sobre todo viniendo de la exitosa dupla de Apatow que produce un guión co-escrito por su fetiche Seth Rogen. Es buena solo para parsr un rato.