Alicia en el país de las maravillas
A pesar de muchas de las malas críticas que ha recibido la última película de Tim Burton, a un servidor le ha parecido, como reza su título, una maravilla. Alice in Wordenland es un título mágico que cautiva por su potencia visual. Planteada como una especie de continuación, en la película, Alicia (Mia Wasikowska) es ya una joven de 19 años, la cual asiste a una fiesta en una mansión victoriana, donde descubre que está a punto de recibir una propuesta de matrimonio frente a un montón de gente de la alta sociedad. Ante la aparición de un conejo blanco, Alicia escapa y entra en un oscuro agujero tras él… regresando al país de las Maravillas, un lugar que visitó hace 10 años, pero que no es capaz de recordar. Cuando la Reina Roja (Helena Bonham Carter) derrocó a su hermana, la Reina Blanca (Anne Hathaway), Wonderland dejó de ser un mundo pacífico. Los habitantes del país de las maravillas tienen esperanza en que Alicia les ayude a derrocar a la Reina Roja, y ellos ayudarán a Alicia a recordar…Esta cinta es una especie de condensado de los dos libros de Lewis Carroll, pero planteado como una continuación de los hechos del primer título. Fuera necesaria o no, dadas las innumerables versiones que se hayan podido rodar basadas en la novela, esta revisión se antoja de lo más apreciable, destacando por encima de todo el diseño de producción del film. Gracias a unas imágenes que rebosan imaginación, el país de las maravillas nunca llegó a ser tan realista. Todo ello se apoya en unos FX sobresalientes e impecables, ya sea en lo concerniente a todo el desfile de criaturas o a la propia naturaleza. Sin embargo, las imágenes nunca son lo mismo sin una buena banda sonora que las acompañe, así que Alicia en el País de las Maravillas cuenta con una soberbia partitura de Danny Elfman, como no podía ser menos.
No es que sea un gran admirador de Tim Burton, sino más bien lo contrario, pues los films que de él me han gustado los cuento con los dedos de una mano. Su fuerte siempre ha sido la creación de imágenes siniestras que convierten lo desagradable en auténtica belleza, siendo algo que se puede apreciar a lo largo de toda su carrera, especialmente en esa pequeña obra maestra que es Bitelchús. Sin embargo, Alice in Wonderland no rezuma tanto Burton lo que, a un servidor, le ha dado la sensación de ser un hecho que juega al favor de la cinta. Cierto es que no había otro mejor que Burton para dotar a la película de esa atmósfera oscura y decadente que tan bien le ha venido y que, en manos de otro, simplemente hubiese resultado otra adaptación más. Porque, a lo largo del film, la sensación de melancolía y decadencia invade cada fotograma. Aunque lo más importante es esa perfecta interacción que logra el director entre los personajes y su entorno, el cual se convierte en un protagonista más.
Las interpretaciones son muy notables, aunque resulta bastante lastimoso que se le otorgue el máximo protagonismo a Johnny Depp, cuando su personaje, el Sombrerero, no daba para tanto. Por si fuera poco, éste sobreactúa más de lo habitual pero, aún así, no se vuelve estomagante. Mia Wasikowska hace un buen trabajo interpretando a Alicia, aunque se quede algo fría en determinados momentos. Cargante al máximo termina por resultar Helena Bonham Carter, aunque no es que en esto me muestre demasiado objetivo, puesto que es una actriz que, irracionalmente, no termino de soportar.
En la película hay momentos para la comedia, para la acción y para el drama, aunque éste en mucha menor medida. Lo que queda muy claro es que Alicia en el País de las Maravillas es un portento visual en el que no es que haya mucho que contar, que se convierte en un film francamente recomendable pero que no es que aporte mucho ni a la filmografía de Burton ni a lo ya contado basado en los libros de Carroll. Todo queda reducido a un nuevo viaje y, si acaso, unas leves notas sobre la madurez y los sueños que algún día todos queremos ver convertidos en realidad.
De todos modos, merece muchísimo la pena porque, pese a sus dos horas de proyección, se pasa en un suspiro puesto que no decae en su ritmo en ningún momento y consigue que salgas del cine con una sonrisa, maravillado por lo que acabas de ver. Y es que viene tan bien soñar y dejarse transportar a un mundo tan lejano de vez en cuando…
Un merecido 8.
Lo mejor: Lo bien hecha que está.
Lo peor: La historia es algo vacía en ocasiones...