El blanqueo más grande de Tim Burton. Una reinvención del clásico cuento que es fallida y otorga escaso asombro a pesar del 3-D
Alicia en el país de las maravillas
Si hay algo que es fácil reconocer en el estilo de Tim Burton es trasladarnos a mundo imaginarios y ensoñadores, oscuros, apoyados por una estética de lujo y bandas sonora acordesa la atmósfera, y como no, Johnny Deep. En "Alicia en el país de las maravillas", Burton extrañamente une su talento a Disney, lo que indica de entrada que debe blanquear de inmediato su puesta en escena. El libro de Lewis Carrol fue tomado por este virtuoso cineasta y lo lleva adelante prodigiosamente en la parte estética, el problema se me suscita por lo plano y la escasa intensidad en los puntos de clímax que adquiere la historia, plagada de criaturas exóticas como un conejo, un sombrero loco y una divertida reina de corazones no bastan para asombrar. Que Alicia se embarca en un viaje fantástico en busca de su verdadero destino y terminar con el reinado de la Reina Roja de terror, es mas que todo la excusa para probara el nuevo juguete 3-D que no deslumbra por donde se le mire. En lugar de la chica valiente, es ahora una ingenua victoriana en lugar de 19 años de edad que está de visita en el lugar por segunda vez, a pesar de que casi no recuerdo la primera y deberá recorrer diferentes pasisajes para encontrar lo que busca en su vida terrenal acá en este mundo de fantasía. Esta película esta a la altura del “Planeta de los simios” de Burton, o sea, de los mas discreto que ha efectuado el realizador. El diseño de las maravillas de seguro atrae a los chicos pero te genera una sensación de vacío y casi aburrimiento en cuento termina sobre todo a los más creciditos. De seguro el público se sentirá estafado por su trailer y exitosa campaña publicitaria desarrollada desde hace meses. La película se apresura, tropieza consigo misma y los actores ninguno da en el blanco con su interpretación, podría haber sido cualquier director a cargo pero siendo Burton siempre se le exige más debido a su gran legado en el cine junto a su socio Johnny Deep, que también cae preso de este lujito de asociarse con la Disney.