Fantastic mr fox
Wes Anderson apuesta por la animación más tradicional en su nueva película, un stop motion de lo más simple y con claro sabor retro pero que no deja de resultar efectivo y hasta sofisticado. Fantástico Sr. Fox se basa en un cuento de Roald Dahl y nos presenta a una familia de zorros cuyo padre hace ya un par de años que no se dedica a cazar aves y que ahora escribe una columna en un periódico. El sr. Fox se siente pobre en su madriguera y decide mudarse a un árbol donde tener mejores vistas, justo la de tres poderosas y enormes granjas que harán que se vuelvan a despertar en él sus instintos de caza y que planea dar un último golpe. Pero sus acciones traerán consecuencias devastadoras para su familia y el resto de animales.
Anderson consigue dotar al film de un dinamismo mucho más notable que en sus anteriores obras sin perder por ello sus señas de identidad con algunos diálogos geniales, y tratando temas sociales y de inestabilidad familiar.
El personaje del Sr. Fox está dotado de gran carisma, un chuleta y un gamberrete que cae simpático de buenas a primeras. Este tiene un hijo que no ha heredado sus grandes dotes para el deporte y la acción, lo cual hace que este se sienta diferente y que constantemente esté intentando sobresalir para contentar a su padre. A esto hay que sumarle la llegada de su primo a la casa, el cual tiene todo lo que a él le gustaría ser y que hará que todavía se sienta más desplazado.
A pesar de todo, el film tiene algún momento en el que parece encallarse, entre tanta huida y persecución parece que el final en que los animales se rebelan y deciden contraatacar le cuesta llegar. Al igual que el personaje del hijo, siempre empeñado en convertirse en lo que su padre espera de él, que puede llegar a resultar algo cansino, pero que tendrá su recompensa en el momento de su redención.
El stop motion se está convirtiendo en una técnica que están usando los directores para llegar con la animación a un público más adulto frente a la más infantil animación tradicional o las películas digitales, donde todo es mucho más colorido y espectacular. Claros ejemplos recientes son Coraline, aunque esta con mucha mayor distribución y mejores medios, pero que no dejaba de ser un film más adulto que infantil. Aunque personalmente me ha recordado más al film visto en Sitges llamado Panique au Village, con quien comparte una stop motion mucho menos sofisticada y que llama más a despertar la imaginación de los adultos que de los niños.