Hierro 3
Hierro 3 es una película diferente en cuanto a contenido y forma. Su impresionante valor simbólico y sus metáforas visuales acompañadas de una ensoñación propia del cine asiático le sirvió a Kim Ki-Duk, director, guionista y montador de la misma una buena lluvia de premios entre los que cabe destacar el León de plata a la mejor dirección o la Espiga de oro de la Semana de Valladolid.
Su protagonista es un macarra muy inteligente, decimos incorrectamente macarra ya que la formación y la inteligencia del delincuente protagonista, Tae-suk es un vagabundo que ocupa casas en la ausencia de sus legítimos propietarios pero no con interés de robar, solamente para sobrevivir robando unas horas de sus vidas e inmortalizándolas en fotografías. En una de ellas, a pesar de su sofisticado sistema de detección de ausencias una mujer le vigila, ella queda fascinada por las rutinas del joven y al regreso del marido se produce un enfrentamiento que unirá alos dos protagonistas en una sucesión de pasajes de una belleza singular y atrayente a pesar de la ausencia de diálogos.
El guión surgió directamente de una reflexión del director al encontrar el panfleto de propaganda en su puerta, de ese modo se dejó llevar y decidió simplificar la cosa rodando sólo durante 16 días, tiempo en el que también se desarrollan los hechos narrados y se editó en diez días, algo inusual y anecdótico.
Los silencios son el principal protagonista de la visión de Kim Ki-Duk del amor y la violencia, del deseo y la obligación, de la lealtad y el deseo. Y es que detrás de tan pocas palabras hay mucho contenido, un contenido que pasa del realismo cruel al romanticismo mágico.
Un cuento que merece ser recordado y una notable película que consigue emocionar.
Permitirme además una reflexión que a muchos impactará. Una de las más carismáticas escenas de la cinta posee una asombrosa similitud a la escultura más emotiva del Centro de arte Pompidou, sorpréndanse al comparar el beso del cartel de la película con esta obra de arte. ¿Mera casualidad? La escultura llamada El beso (The Kiss) de Wang Du (China) es de 2005 mientras la película surcoreana data de 2004.