Un funcionario judicial en su retiro se apresta a escribir una novela de un caso no resuelto años atrás. Un gran thriller argentino nominado al Oscar y esta basado en la novela de Eduardo Alfredo Sacheri.
El secreto de sus ojos
El aplauso espontáneo surgido al final de la proyección efectuada hace tres días, cuando la presencie, es sinónimo del respeto y admiración que sigue generando esta magnética cinta del director Juan Jose Campanella (El Hijo de la Novia), que se une nuevamente a su actor fetiche Ricardo Darin, que debe ser el mejor actor argentino o latinoamericano tal vez. Campanella se viste de Hitchcock en esta atrevida propuesta que se sumerge en el mundo de las letras, fundidos con un thriller, romance harta comicidad por momentos y misterio que conjugan en una rica puesta en escena que le ha valido el prestigio mundial. El héroe idealista que presenta Campanella es Benjamín Espósito, que casi treinta años atrás, era secretario en un juzgado de instrucción, llegó a su oficina la causa de un homicidio de una bella chica no resuelto que no pudo olvidar. Ahora, ya jubilado, repasa buena parte de su vida, las instancias de ese caso y sus insospechadas derivaciones, y la historia de un amor secreto que lo mantiene acorralado entre la pasión y el silencio. Comenzará a indagar y recordar todas las pistas de un caso violento y donde hay muchas cosas en juego. Siente que su fuego interno en descubrir al asesino de la bella joven no lo deja vivir plenamente y por ello ha tomado la decisión de escribir tal vez como excusa para lograr desentrañar el misterio que le significo pasar buena parte de su vida intrigado y con muchos cambios forzados por este caso. Esta trama policial esta ambientada en dos épocas en la Argentina de los años setentas, paulatinamente se sumerge en la violencia política y cuyos personajes luchan contra la impunidad, la burocracia del sistema judicial y las miserias propias y ajenas. La complicidad del director con lo escrito se entiende principalmente porque co- escribió el guión con el autor del libro, de ahí la frescura y credibilidad de sus ágiles y entretenidos díalogos y construcción de sus personajes, muy queribles, que te someten a su gran química puesta en pantallas y que hacen cómplice de una trama de paulatinamente te entregara algunas pistas para que armes tu propio puzzle. Es lo fascinante de este relato que no sabes donde va a parar a pesar de tener un con bastante sobriedad pero despegando se lo cotidiano del género con mucho sentimiento que penetran y conmueven de principio a fin. La impunidad o el deseo de venganza son sentimientos presentes en todo el metraje.Para ser justos el logro de la cinta suman los tremendos aportes de la hipnótica Soledad Villamil y la complicidad y perfecta química que tiene Darin con Guillermo Francella son el trío perfecto de una comunión perfecta no se deben perder.