Up in the air
La situación actual mundial se corresponde con una de las crisis económicas más acuciadas de nuestra historia, las empresas –algunas aprovechan este tipo de situaciones– deben reducir personal para no caer en la quiebra. Entre todo este mal hay algunas compañías que se frotan las manos, entre otras, las empresas especializadas en el despido, o dicho en la jerga profesional, reducción de plantilla. En una de estas empresas trabaja Ryan Bingham (George Clooney), su empleo le obliga a viajar por todo el país para reducir el personal de las diversas empresas que solicitan este servicio. Como consecuencia de todo esto, vive en un mundo sin ligaduras, la merma de afección le ha llevado a ser un auténtico desconocido para su familia. Como bien reconoce, su hogar son los aeropuertos y aviones, su casa material tiene menos personalidad que una habitación de hostal barato. Su mayor meta en la vida consiste en realizar 10 millones de millas en vuelos regulares y coleccionar todo tipo de tarjetas de crédito.Jason Reitman (Gracias por fumar, Juno) nos vuelve a demostrar su capacidad para hacer películas magnéticas, se mueve en el género de la comedia pero el transfondo resulta dramático, y esta mezcolanza agridulce resulta veraz y certera, pues la vida misma es una combinación de ambas. Ryan Bingham se verá obligado por su jefe a ejercer de instructor de una joven (Anna Kendrick) con ambición. Este molesto obstáculo se unirá al cambio que se ha producido en la vida de Ryan, pues ha conocido a una mujer (Vera Farmiga) que le está haciendo romper su propio código, el “amor” no es una palabra que aparezca en su diccionario, sus principios se tambalean en plácidas noches dentro de lujosas habitaciones de hotel. La historia gira en torno a esta “peculiar pareja”, también aparece la típica boda de un familiar, pero no tenemos frente a nuestras narices la historia rosa, predecible y sosa. En este sentido me recuerda a 500 días juntos, aparecen enfoques originales que otorgan un halo de aire puro a la comedia norteamericana, tan falta de iniciativas.
Si tenemos entre manos un buen guión y un George Clooney en estado de gracia, el resultado no puede ser malo. Up in the air consigue mantener la tensión a través de hechos cotidianos que cobran mayor significado, y aquí se encuentra la astucia de Reitman, nos transmite una historia sin altibajos a través de un guión interesante. Me divirtió esta comedia dramática, pero eché en falta un final que estuviera a la altura. El desenlace, al igual que las tortuosas esperas en los aeropuertos, resultó esperable y, a todas luces, decepcionante.
Lo mejor: El reparto, mención especial a George Clooney.
Lo peor: Un final que no está a la altura del resto.