Clerks 2
Es todo un convencionalismo a la hora de elaborar una crítica hacer referencia al dicho de "segundas partes nunca fueron buenas" e intentar negarlo. Pero es que no se me ocurre otra manera mejor de empezar a hablar de la segunda parte de la inmensa Clerks, del no menos inmenso Kevin Smith. Clerks 2 es una historia nueva a la vez que una continuación, totalmente llena de virtudes que la elevan a la categoría de obra maestra.
La genialidad inunda cada minuto de esta cinta, e impregna tanto los perfectos diálogos como la propia historia, mucho más madura que la anterior, siendo precisamente ese el tema del film. Aquí los protagonistas, Dante y Randal, han estado diez años trabajando en el Quick Stop hasta que, un día, el establecimiento es pasto de las llamas. Tendrán que buscar un nuevo trabajo en un restaurante de comida rápida, llevando consigo todas sus fobias y excentricidades. La película bucea magistralmente en ese mundo que se abre ante todos nosotros tarde o temprano, y al que nos tenemos que enfrentar queramos o no. Por ello, Clerks 2 supera con creces a su predecesora, siendo ese tono dramático amargo el que le da a esta segunda parte una entidad propia. Lo mejor de todo es que gracias a su concepción dramática más de un espectador podrá verse realmente representado. ¿Quién no ha tenido una crisis existencial como la que sufre nuestro protagonista? Es la puta vida y punto.
Por si todo fuera poco, Clerks 2 es tan desternillante o más que la primera debido a sus ingeniosas líneas, en las que Smith aprovecha para atacar sin pudor la trilogía de El Señor de los Anillos en la que posiblemente sea una de las escenas más sinceras y divertidas de la película. En dicha escena Randal alega que sólo hay una trilogía, la de Star Wars, y son tales sus insultos y comentarios dañinos hacia la obra de Peter Jackson que acaba haciendo vomitar a un fanático de la serie. Tronchante.
Clerks 2, además de sus momentos cómicos, unos pocos protagonizados por los inevitables Jay y Bob el Silencioso, cuenta con otros tantos bastante enternecedores. Y cierto es que puede interpretarse como una verdadera película romántica que no resulta nada empalagosa, sino todo lo contrario, es una película natural que acaba por dejarnos con una sonrisa. Smith habla de la amistad, de los futuros truncados, del amor y de que nunca es tarde para conseguir lo que quieres, poniendo el cierre a una historia que realizó en 1994 con muchísimos menos medios que la que aquí comento. Porque ese es otro punto clave, ya que la realización del film es impecable.
Un film imprescindible en la obra de Kevin Smith, quien poco después sucumbió a lo más pastelero con Zack and Miri Make a Porno… Burra, grosera, divertida, emocionante, emotiva y fantástica, merece muchísimo la pena.
A destacar la presencia de la bellísima Rosario Dawson.
Un 10.