El secreto de sus ojos
Cuando vi las nominaciones a los Goya de este año y vi encumbrada la película de Campanella supuse que tenían la justificación necesaria para poderla nominar. Primero por que está producida por Tornasol (Gerardo Herrero) y por lo tanto entra en el dudoso cupo de "peli española", pero es que es tan innegablemente buena que no les quedaba otro remedio.
Que este año la mejor película sea una argentina dice mucho. Primero que no es imposible hacer buen cine si se tienen los ingredientes necesarios. No son muchos, pero tienen que ser de calidad y que se mezclen bien. Segundo, que ya van pillando el tino algunos productores a dejarse el dinero en cosas de calidad de las que puedan presumir. Tercero, que todo esto genera calidad y a la gente le gusta cuando la ve.
Las críticas de la gente a mi alrededor eran de muy buenas para arriba. Nadie escuché con un "regular" o "pasable". Y cuando una película cosecha tal unanimidad de gente tan dispar, hay que verla.
Yo sólo puedo decir: genial, sublime, Campanella. Por que su apellido ya es sinónimo de calidad. Una calidad cinematográfica que todos vemos como un regalo a nuestras retinas.
El film es un relato sobre un crimen, pero más sobre víctimas. Una película con protagonistas que hayan el coraje, antes o después, de enfrentarse a un temor. Una película romántica con crimen de fondo o un thriller judicial con romance en segundo plano. Cualquiera que sea la combinación funciona. Y funciona muy bien.
Tal vez en el apartado de los contras se pueda señalar que la película parece tener varios finales y un par de engaños al espectador, pero los actores, la ambientación, el guión, etc… todo, absolutamente todo, es digno de alabanza. Y de ánimo para que Campanella se siga prodigando en el cine aunque tenga la vida resulta con las series de televisión americanas.