Donde viven los monstruos
No considero que sea una película "mediocre", pero la falta de una opción de peli "regulera" me obliga a calificarla así.
La última cinta del director norteamericano Spike Jonze se basa en un cuento muy corto, que es más una reflexión que un relato. DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS de Maurice Sendak es un clásico por lo que dice más que por su calidad o cualidad narrativa. Al ser una reflexión sobre el vértigo que supone la infancia, su soporte literario es perfecto.
Spike Jonze es un director con una inventiva visual acojonante y una capacidad para utilizar los recursos narrativos, puramente cinematográficos y visuales, fuera de serie. Es un verdadero director de cine de su tiempo. Un creador.
Pero su campo es ese, el visual, el de director. Sus cualidades no implican capacidad narrativa a la hora de escribir.
Hasta el momento, las dos películas de Jonze, estuvieron escritas por ese genio de la palabra escrita que es Charley Kaufman. Y la imaginería de Kaufman casaba perfectamente con las capacidades de Jonze, siendo un tandem verdaderamente perfecto, siendo responsables de esos peliculones que sonCOMO SER JOHN MALKOVICH y ADAPTATION (EL LADRÓN DE ORQUIDEAS)
En ésta ocasión Jonze adapta el mismo, junto con David Eggers (responsable del libreto de la próxima película de Sam Mendes, UN LUGAR DONDE QUEDARSE), un guión que busca capturar el espíritu caótico y en cierto modo macabro, del cuento de Sendak. El relato está cargado de verdad y tensión, en lo que se refiere a su trasfondo. Que habla sobre el vértigo y la pasión que rige nuestra infancia y nuestra niñez. Todo desde una perspectiva entre adulta e infantil. Pero esa carga, puramente moral, es muy difícil trasladarla a imágenes específicas, y convertirla en lo que debe convertirse, que es cine.
El material original es muy corto e intenso, y la película debe añadir datos y, sobretodo, acontecimientos, para poder llevar el relato al campo del cine. Porque el cine debe tener una estructura muy determinada, y no limitarse a ser un simple grito.
En mi opinión Jonze y Eggers se han equivocado en lo que respecta a todo el nudo de la película. Han tenido que buscarlo ellos, desarrollando hasta los límites necesarios el poco cuerpo físico del cuento.
El planteamiento de la película es bueno y correcto, y el enlace que une el mundo real con el imaginario del protagonista, un magnífico (eso si) Max Records, es magistral, siendo de lo más sencillo y rápido. Jonze crea un empalme limpio, y une los dos mundos como si fuesen el mismo. No hay transición extraña de ningún tipo.
A partir de ese momento la historia busca una manera de tener un esqueleto sólido, físico, pero no lo encuentra. La trama gira, o trata de girar, en torno a lo que Max crea. Lo que crea a nivel comunitario dentro de su propia imaginación. Como trata de poner orden en su mente, la mente de un niño que, obviamente, esta sumida en el caos. Un caos necesario y maravilloso a nivel real.
Todo ese nudo creado trata de como Max intenta, sin éxito, estructurar una comunidad de personajes, monstruos en éste caso, poniendo y creando una serie de reglas desde su posición, otorgada, de Rey.
Toda ese vertiginoso torrente de verdades sobre lo maravilloso, y absolutamente necesario, que es el caos de la infancia, llega al espectador de una manera tan irremediablemente específica que es difícil que esa sea la parte fuerte de la película.
Y la poderosa imaginería visual de Jonze, que está presente, no es suficiente para sostener un film que busca continuamente un esqueleto sólido y limpio, más identificable, pero no lo encuentra. Y da la sensación de que, en realidad, lo que han hecho los personajes es pelearse y cargarse cosas. Esa búsqueda del caos acaba luchando en contra de la película.
Pero DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS está llena de "momentos" brillantes si los analizas por separado y desde el punto de vista de la dirección y de la puesta en escena. Desde la perspectiva del diseño o la dirección de fotografía. Pero en su conjunto falla y se hace pesada y larga.
A pesar de ser una película que, en el fondo, puede estar cargada de verdades, termina resultando aburrida y poco sólida. Pero me da la sensación de que soy de los pocos que piensan así.
SIGUI GROSS (TYLER)