Truco o trato
Es realmente gratificante encontrar una película como truco o trato hoy en día ¿Por qué?
No es pretenciosa, está muy bien hecha, las actuaciones son excelentes y además la narración junto con el guión son simplemente excelentes, pero vayamos por partes.
Trick or treat (nombre original), dirigida por Michael Dougherty y protagonizada entre otros por Brian Cox, Dylan Baker (cada vez mejor actor) y Anna Paquin, es un exquisito homenaje a los cuentos clásicos de toda la vida con una estética setentera perfecta. Hombres lobo, “caperucitas”, fantasmas, vampiros, asesinos y calabazas, todo en una sola película. Esto es gracias a su impecable guión, tres historias distintas que se entrelazan en un pequeño pueblo la noche de Halloween, bajo la mirada atenta de un personaje común en todas las historias.
Resulta indignante pensar que esta película ha sido llevada directamente a dvd cuando hay otras terriblemente malas en cartelera, una nunca entiende este tipo de cosas, de seguro se quedará guardada con cariño en las mentes de aquellos que disfruten de las buenas narraciones en la pequeña pantalla. Y es que eso es precisamente lo que hace grande a esta película, su narración, una especie de pulp fiction “halloweeniano” en las que el pasado, presente y futuro de cada personaje se verá desde diferentes puntos de vista formando una estructura perfecta y con un sentido del humor negro en algunas escenas que le pone la guinda.
El otro gran acierto de Truco o Trato es su humildad a la hora de presentarnos las tomas, “en lo humilde está lo grandioso” y es cierto, esta película está alejada de lo que estamos acostumbrados a ver últimamente, no necesita de sangre, sustos y tortura para sorprendernos, precisamente brilla con su sencillez, dejando a la imaginación del espectador volar por si sola, como uno de esos viejos cuentos que nos contaban de pequeños.
La fotografía es perfecta, hay algunas tomas (como el autobús en el pantano, los niños en ese mismo autobús escolar, el bosque o Dylan Baker enseñando sus “artes” a su hijo) que rozan lo sublime, ni hablar de las actuaciones, cada una increible en su papel, sobre todo un Dylan Baker que cuanto más le veo más me gusta en todo lo que hace. Y en todo esto incluimos al pequeño Sam, ese niño-calabaza que no dudo ni por un momento en que termine convirtiéndose en algo más que un personaje de terror, realmente genial.
El único fallo que puedo ver en Truco o Trato es su duración, es corta y se hace corta por lo buena que es, tal vez diez minutos más la hubieran hecho perfecta.
No os la perdáis, para mi simplemente imprescindible.