Un despropósito mayúsculo, que no hay por donde coger, tan vacía y decepcionante como la patética Death Proof, y casi un definitivo adiós al otrora genio que parió Pulp Fiction, Reservoir Dogs y Kill Bill.

★☆☆☆☆ Pésima

Malditos bastardos

Tendrá muchos admiradores, será un genio, habrá establecido su particular modo de hacer cine, pero un servidor no le coge el punto a Tarantino, o al menos, al Tarantino de ahora. Y es que sus dos últimas películas pueden catalogarse de bodrios, ya sea la anterior obra, Death Proof, perteneciente al Grindhouse junto con Planet Terror de Robert Rodríguez, o esta Malditos Bastardos.

El film que aquí nos ocupa empieza asombrosamente bien, con una escena inicial cargada de tensión, que desgraciadamente no está nada acorde con el resto de la película. Es decir, que si la primera escena dura sus largos 20 minutos, el resto del film, con sus puntos a destacar, es una verdadera tomadura de pelo. Pequeños detalles de interés brillan en una película aburrida, pretenciosa, boba, a ratos ridícula y a ratos, incluso molesta. Los breves detalles se limitan a toques de violencia salvaje que, encima, no resultan todo lo bestias que debieran ser.

El guión del film divide a este en capítulos, a cada cual más interminable, y se resume en el típico pastiche de diálogos con palabras malsonantes, poco inspirados y, en suma, representan todo un canto al absurdo. Cada capítulo es peor que el anterior, más que nada porque se alarga y se extiende inútilmente hasta lograr el hastío del espectador más paciente. Y, por si fuera poco, la película no encierra un mínimo de acción, igual que pasaba con el anterior título del director, injustamente idolatrado hasta la saciedad.

El modo que Tarantino tiene de hacer cine ya empieza a hartar, y parece desinflarse con cada película que hace, sin remontar el vuelo desde la extraordinaria Kill Bill. Y es que no se ve capaz ni de sacarle partido a los actores de los que dispone. ¿Acaso el papel de Brad Pitt se exprime al máximo con el potencial que éste tiene? En absoluto, es una auténtica lástima que se desperdicie, no sólo al genial actor, sino el propio personaje que encarna, el Teniente Aldo Raine. Tarantino se pierde en la enormidad de sus innecesarios diálogos, y se olvida tanto de la historia como de la acción.

No se merece más comentario porque, realmente, sería volver a caer otra vez en lo mismo, así que resumiré: Malditos Bastardos es un film aburrido, con una apabullante falta de sentido del ritmo, ridículo, plasta, inverosímil, y más largo que un día sin pan, fruto de una mente sobrevalorada que juega a creerse un genio de la materia cuando lo único que hace es homenajear lo que otros hicieron mejor.

Un despropósito mayúsculo, que no hay por donde coger, tan vacía y decepcionante como la patética Death Proof, y casi un definitivo adiós al otrora genio que parió Pulp Fiction, Reservoir Dogs y Kill Bill.
Lo mejor: Los primeros 20 minutos y algunos (pocos) momentos ingeniosos, así como los toques gore.
Lo peor: Que sea tan pelma, tan aburrida, tan vacía, tan incapaz de transmitir nada que no sea aburrimiento, y que encima suponga otro paso hacia atrás del que fue un estupendo cineasta. Y que su rollo canse tanto, vaya.
publicado por Pablo Rodríguez el 28 octubre, 2009

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