Celda 211
El mallorquín Daniel Monzón es uno de esos directores de nuestra patria que intenta salir de lugares comunes y afrontar un cine de óptica diferente. Si el corazón del guerrero derrapaba en parte por su inexperiencia, poco a poco transita en una mayor madurez demostrada en ese homenaje al cine de Hitchcock titulado La caja Kovac. Ahora nos brinda una Prison Break a la española con los estelares Luis Tosar “Ganador del Goya por Los Lunes Al Sol” y el serrano Antonio resines.
Se adapta la novela de Francisco Pérez Gandun en un producto de extrema dureza sinónimo de seguramente una próxima polémica. El personaje principal Mala Madre ofrece una de las interpretaciones más contundentes nunca vistas por un actor español. El filme que nos habla de varios elementos dentro de su descarnada violencia acierta a reflejar valores como la lealtad, supervivencia o coraje que en una situación límite salen a florecer, sacando lo mejor o peor de un gris funcionario de prisiones.
Sin olvidar la ácida visión de ciertos estamentos políticos, todo el conjunto relatado de forma sobresaliente, se acoge a la ya comentada caracterización de Tosar, sin olvidarse de una puesta en escena brillante llevando a la comunión fotografía, banda sonora, Decorados, Dirección rica en matices de planos con una sobriedad muy por encima del cine español reciente. Si acaso flojea cuando la trama sale del motín principal dibujando alguna subtrama que corta el ritmo narrativo.
Una de estas perlas que ocasionalmente animan nuestro deplorable cine, consiguiendo la comunión de calidad y comercialidad que tanto echamos en falta.