Pagafantas
Había varias personas que me habían dicho que Pagafantas no era tan mala, que de hecho era divertida, un pequeño soplo de aire fresco en la comedia española. Pues si este es el soplo de aire fresco, cómo será el rancio…
Pagafantas es una comedia basada en muchos chicos que despiertan nada más que simpatía y ternura en chicas por las que ellos se sienten atraídos. Podría ser la premisa para una comedia, pero la propia película con un guión plano y previsible se encarga de estropear.
Un pagafantas ¿nace o se hace? El personaje de Gorka Otxoa, por un pequeño detalle de guión, no es un pagafantas aunque el resto de la película lo intente retratar como tal. El tagline de la película miente, por que no "Todos le quieren… como amigo".
Una jovencita y pequeña Mena Suvari argentina pone todo patas abajo y alguien como Txema (Otxoa) pierde los papeles y confunde las cosas. A partir de ahí todo son situaciones forzadas y gags llevados al extremo más inverosímil.
Sin embargo la película tiene un gran aliciente que la hace aguantable: el protagonista. Gorka Otxoa hace un buen papel con innumerables tics mal usados de Muchachada Nui. El resto del elenco no estorba. Se agradece que se recuperen a Ladoire y Manver. Coges unos cuantos personajes graciosillos, un leitmotiv famosete como Bunbury procurando no excederte demasiado en la duración y tienes un producto salvable.
Pagafantas es otro ejemplo de supuesto cine cómico acompañado de éxito de público.