El secreto de sus ojos


       

        Da gusto ver una historia bien contada, sin amaneramientos, sin complicaciones innecesarias, sin engañar al personal que ha acudido al cine. Más aún, si el argumento genera espectación (esta palabra no está en el DRAE, pero debería estarlo), nos conmueve. Gusta a pesar de que los diálogos estén en "argentino" y haya que hacer un pequeño ejercicio de traslación, principalmente de los acentos fonéticos.

        Los dos tiempos de la trama se presentan sin confusiones: por un lado un espantoso asesinato de una joven mujer casada y por otro, el oficial del juzgado instructor del caso que se dispone a reconstruirlo años después en una novela cuando ya está jubilado de su cargo judicial y desconoce la situación actual de los involucrados en el crimen.

        La acción tiene lugar durante el fallido gobierno de Isabel Martínez de Perón, sucesora de su marido en la presidencia. En esa época Argentina es una sociedad convulsa, desarticulada políticamente, donde los recelos e intereses personales de los políticos han llegado hasta al poder judicial y se añaden a la tradicional ineficacia e indolencia de la justicia suramericana. Sin embargo en la película no se destaca este hecho, la política no interviene en ningún momento, sólo se sufren sus consecuencias, el deterioro de la administración de justicia lo sufre el pueblo en sus quehaceres diarios. No se vive aún el clima de violencia y abusos de la posterior dictadura regentada por las Juntas Militares con sus miles de desaparecidos, pero hay un tenso malestar.

        Ante la corrupción e ineficacia de la Justicia, con mayúsculas, es comprensible que se pongan en marcha acciones clandestinas, sobre todo por parte de los deudos de las víctimas de delitos que han quedado impunes, lo que da lugar a procedimientos surrealistas, basados en intuiciones o pálpitos, que en algunos casos, como en éste, sirven de pistas para llegar al asesino.

        Eso es lo que nos cuenta Juan José Campanella en "El secreto de sus ojos". El oficial del juzgado es un referente de cómo lo justo y lo moral puede pervivir en la persona a pesar de respirar el ambiente de corrupción sofocante de un juzgado. Descubrirá sorprendentes consecuencias del delito cuando da a leer el borrador de su novela al viudo de la mujer asesinada y a su antigua jefa del juzgado. Su novela también le confirmará sus propios sentimientos negados durante toda una vida.

        "El secreto de sus ojos" se presentó en San Sebastián sin obtener ningún galardón. Será también rival del "El baile de la victoria" de Fernando Trueba por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en Hollywood. Da la casualidad que Ricardo Darín es el protagonista en ambas películas.

Leopoldo de Trazegnies Granda

Lo mejor: El argumento genera espectación y nos conmueve.
publicado por Leopoldo de Trazegnies Granda el 18 octubre, 2009

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