Malditos bastardos
Durante la ocupación Nazi en Francia muchas familias judías son perseguidas y deportadas, otras se ocultan para no ser encontradas; el coronel de las SS Hans Landa se ocupa de eso, conocido como “el cazajudíos” da caza a la familia de Shosanna Dreyfus a la cual asesina delante de ella eso da pié a Shosanna a esperar la oportunidad de vengarse, la cual tiempo después, le viene como caída del cielo.
Mientras, en otro lugar de Europa, el teniente Aldo Reine organiza a un grupo de soldados judíos para infiltrarse en Francia y matar nazis, eso es, no quieren prisioneros tan sólo matarlos y arrancarles la cabellera.
Film al más puro estilo Tarantino, recuperando la esencia Reservoir Dogs, abundantes diálogos sin desperdicio y muchas escenas de violencia mostradas sin tapujos, no tanto como en las dos Kill Bill, las cuales eran exageradas hasta cruzar la línea del gore, sino más, como ya he dicho antes, en la línea de Reservoir.
Lo mejor de la cinta, para mí sin duda los diálogos y algunos de los personajes, y sobre todo la manera de contar la historia, dividiendo el film en 5 capítulos en los cuales se nos van contando alternativamente las dos historias para acabar uniéndolas al fin en el último de ellos, todo ello con un nexo de unión, el personaje de Hans Landa que es sin duda en mi opinión la estrella de la peli.
Un reparto desbordante a pesar de la complejidad de los personajes; el primero Brad Pitt en el papel del teniente Aldo Reine iluminando al elenco con ese brillo especial para los papeles extravagantes que lo caracteriza, no decepciona para nada, la otra prota Mélanie Laurent como Shosanna Dreyfus la pobre fugitiva judía hambrienta de venganza, una interpretación más que creíble, Christoph Waltz es el coronel Hans Landa para mí el tesoro de la cinta nos hace retorcer de angustia con su malévola sonrisa, Diane Kruger es la agente doble Bridget von Hammersmark un personaje que ni pintado para “Helena de Troya”
En fin, a lo lejos ya se oyen los mandobles de las catanas de Kill Bill 3, sólo esperemos que nuestro querido Quentin no se desvíe demasiado de su estilo característico y nos deje tranquilitos de salpicaduras de sangre.