Los emigrantes
A la hora de hablar de películas escandinavas es inevitable pensar en el influyente Ingmar Bergman, sin embargo vamos a hablar de una obra de otro director importante, Jan Troell, y de su gran proyecto: Los Emigrantes.Troell se decidió a llevar a la pantalla la novela homónima de Vilhelm Moberg y a planificar lo que iba a ser una producción de proporciones gigantescas -la cinta que nos ocupa y su continuación: El Nuevo Mundo (Nybyggarna, 1972)-; y no sólo me refiero a su duración, también su calidad y dimensión épica son enormes.
El filme se organiza en torno a dos capítulos. En primer lugar, Troell indaga en las razones que llevaron a los campesinos suecos, de mediados del siglo XIX, a emigrar a los Estados Unidos. Su naturalismo extremo hace que el abanico de motivos se extienda desde la pobreza y el hambre hasta las inclemencias de una tierra en invierno perpetuo, pasando por la intolerancia de unas creencias donde predomina el temor a Dios. El hincapié en esto último es evidente cuando la película arranca con un sermón fanático y sostiene, en diversos momentos de la trama, que el pecado y la lujuria parece que aumenten en la misma proporción que la rigidez religiosa.
La segunda parte se centra en la travesía hacia la tierra prometida. También estructurada por episodios, cobra importancia el último segmento de la trama: el viaje en barco. Allí, cuando la naturaleza se vuelve en contra de los pasajeros, vuelven a surgir las envidias, el egoísmo y la intransigencia. Es como un recordatorio de lo que dejaron atrás. Las miserias físicas (mareos, vómitos, enfermedades, muerte) se confunden con las sicológicas. El duro realismo de Troell se vuelve por momentos insoportable.

Aunque la sombra de Bergman planea sobre Utvandrarna (pensemos al menos en su pareja de actores preferidos: Max Von Sydow y Liv Ullmann) Jan Troell supo dar con una visión particular del tipo de cine que se estaba haciendo en Suecia y Dinamarca. Responsable de la fotografía y el montaje, Troell usa la técnica y el guión para desarrollar el largometraje a base de contrastes: altibajos en la trama, con momentos casi bucólicos que dan paso a imágenes donde el sufrimiento es el protagonista; pero también en el encuadre, con tomas muy generales “rotas” a base de planos detalle.
Nominada para cinco oscar, Los Emigrantes ganó el Globo de Oro a la mejor película extranjera y obtuvo multitud de premios en diferentes festivales.