Sunshine cleaning
Si las películas indies se caracterizan por un pesimismo crónico, ésta sería una peli indie.
Pero si vemos que la película tiene la palabra Sunshine en el título, trabaja Alan Arkin y tiene a un niño imaginativo y adultos con problemas, estamos en la senda de las pelis con apariencia indie. Y en la senda abierta por una película que tiene esos tres puntos en común: Pequeña Miss Sunshine.
Emily Blunt y Amy Adams son el equivalente de Gregg Kinnear, Tony Collete y Steve Carell: actores de producciones comerciales de éxito metidos en película dramática que intenta escaparse de los convencionalismo. Sin embargo, como buena y supuesta peli independiente, cae en los convencionalismos de ese género.
Un negocio aparentemente tan lucrativo como la limpieza de escenas de asesinatos lleva a dos hermanas totalmente distintas a reunirse de nuevo para empezar una nueva aventura. Una de ellas es una cabeza loca y la es una madre soltera. El nuevo negocio les plantea una salida a sus monótonas y pobres vidas, sobre todp or el dinero.
Sunshine cleaning no es una película pesada, ni mucho menos. Es bastante pesimista, tiene personajes muy atormentados y los destellos de esperanza típicos de estas producciones. Las protagonistas hacen un buen trabajo, y el film es pasable.
Tal vez lo más interesante sea el contacto de los protagonistas con la muerte y el sentido que le encuentran al eliminar de la faz de la tierra el último recuerdo de alguien que ha fallecido.