El año que mis padres se fueron de vacaciones
Estamos en 1970 y seguimos las inquietudes de Mauro, un niño de 12 años, preocupaciones que no tienen nada que ver con el régimen militar que controla Brasil ni con los problemas sociales del momento, su interés esta centrado en el fútbol, y en el deseo de ver ganadora del mundial a la Selección nacional.
Las cosas se complican cuando Mauro es dejado por sus padres –opositores al régimen militar- al cuidado de sus abuelos, con la excusa de que se van de vacaciones.
Mauro será llevado a vivir a la comunidad de Bom Retiro en Sao Paulo, lugar de residencia común de italianos y judíos.
Este argumento sencillo, y puede que hasta tópico, es utilizado por el realizador Cao Hamburger para retratar una época oscura de su país, una mirada atrás para traer al futuro una memoria histórica necesaria, que se ha de recordar, que las futuras generaciones han de conocer y qué tenerla presente no es abrir viejas heridas sino curarlas.
Hamburger muestra el reflejo de una sociedad pasada desde una visión emotiva, eludiendo cualquier pasquín político, y el mundo de la infancia como protagonista. Tras diversos premios obtenidos en diferentes festivales, El año que mis padres se fueron de vacaciones, es la película seleccionada por Brasil para optar al Oscar como mejor film de habla no inglesa.
Película entretenida y de relevancia universal con temas no solo de tiempos pasados, sino candentes hoy día en muchos lugares de este mundo.
Como película que muestra el punto de vista de la infancia, cae en el error –según opinamos nosotros- del sentimentalismo o lágrima fácil, mostrándonos una y otra vez la pesadumbre de Mauro, que hecha de menos la presencia de unos padres de los cuales sabemos que nunca van a regresar, dejando a un lado el verdadero interés de la historia, el día a día de la comunidad de Bom Retiro.
Como ocurre con cualquier película con protagonista infantil y que nos muestra su angustia, el éxito de público y crítica esta asegurado. Y como sabemos todos, son los títulos que acaparan el mayor número de premios, incluido el oscar. Pero pasados unos años nadie se acuerda de estas películas ni de sus protagonistas.
Pero observando la cartelera que tenemos en nuestro país, El año que mis padres se fueron de vacaciones, les hará pasar un buen rato y descubrirán una porción de historia que nadie debiera olvidar.