La película entretiene, emociona y divierte a partes iguales, así que poco más se le podría pedir. Y es que, como se suele decir, si la película fuera un perro, solo le faltaría… hablar.

★★★★☆ Muy Buena

Up

Recuerdo la primera vez que fui a un cine a ver una película en 3-D. Era Pesadilla en Elm Street 6, La muerte de Freddy, y a la puerta del cine nos dieron unas gafas de cartón. A falta de poco para el final de la película nos indicaron que nos pusiéramos las gafas para poder ver como a Freddy le salían gusanos y pústulas varias de la boca que, a duras penas, conseguían traspasar la pantalla. Los resultados no debieron ser los esperados, porque la industria rápidamente se olvidó de la técnica hasta que, recientemente, ha vuelto a la carga después de verle las orejas al lobo y comprobar como perdían espectadores a marchas forzadas. Últimamente estamos viviendo una auténtica oleada y son muchas y variadas las propuestas en 3-D, algunas de ellas más justificadas que otras, lo que me hace pensar que el boom actual quizás está más pensado para satisfacer las expectativas de la propia industria que las de los espectadores. Una de las recientes películas estrenadas que se pueden ver con esta técnica es: Up, la nueva apuesta de Pixar… ¡Empezamos!

La peli va de un viejo que tiene muchos globos, otro que tiene muchos perros, un niño gordo, un pájaro raro, una casa que vuela y… mmmm, creo que me estoy liando un poco. Mejor vuelvo a empezar. Carl es un anciano, vendedor de globos retirado, que se acaba de quedar viudo y al que ya nada parece atarle al presente salvo la casa donde vivió feliz durante tantos y tantos años con su difunta esposa y de la que lo quieren echar. Pero Carl, lejos de rendirse, opta por atar una multitud de globos a la casa para salir volando hacia su última aventura: viajar hacia América del Sur, un sueño de juventud que compartía con su esposa, y que nunca llegaron a realizar. Una vez ya en el aire, descubrirá que no está solo en su viaje, pues en el porche de su casa encuentra un polizón con el que no contaba, un orondo niño empeñado en convertirse en un joven explorador. A regañadientes, el viejo cascarrabias deberá aceptar al inesperado compañero de viaje, quien conseguirá sacar de sus casillas al anciano una y otra vez. El viaje, no obstante, solo es el principio, pues una vez lleguen a su destino empezará la auténtica aventura que ambos han estado esperando.

Up es la nueva apuesta de Pixar, la compañía especializada en títulos de animación por ordenador, que empezó su andadura en el mundo de los largometrajes con Toy Story y que se ha ido especializando en hacer cine “para toda la familia” con títulos tan rematadamente conocidos y taquilleros como Bichos, Toy Story 2, Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los increíbles, Cars, Ratatouille y Wall-E (probablemente el mejor de sus trabajos hasta la fecha, aunque un servidor siempre tuvo una especial predilección por Los increíbles). Tanto el guión como la dirección de este nuevo trabajo corren a cargo de Pete Docter (quien fuera también responsable de Monstruos S.A.) y Bob Peterson.

Parece claro que Pixar se ha convertido en la gallina de los huevos de oro de la Disney, con la habilidad de arrasar en taquilla a pesar de lo arriesgados que a priori puedan parecer sus proyectos. Con Up, de paso, Pixar aprovecha para subirse al carro del 3D, técnica que, al parecer, ha conseguido que los cines se vuelvan a llenar este verano, aunque no resulta todo lo imprescindible que uno desearía para poder disfrutar del film.

A mi modo de ver, la película contiene tres partes claramente diferenciables: La primera, los primeros diez minutos, son un puro diez. Resulta fantástica y con la capacidad de transmitir emoción incluso a una maldita piedra a través de la fuerza de las imágenes, sin soltar una sola palabra, ni falta que le hace. La segunda, hasta la hora de duración, baja un poco el listón pero resulta igualmente brillante. Se potencia la sensación de aventura y, sobretodo, humor, especialmente por la relación entre el anciano y el niño, y consigue meter al espectador de lleno en la trama sin apenas posibilidad de soltarse ni un momento. La tercera, los últimos veinte minutos, fue la que más me chirrió dentro del global y la película cae en el clásico error (a mi entender) de mezclar el género de “aventuras” puro y duro con el género de “acción” y donde podemos ver como el abuelete, que usaba una silla eléctrica para bajar las escaleras de su casa, empieza a dar piruetas imposibles y saltos acrobáticos al más puro estilo John McClain. Aunque, cuidado, no es que no me gustara el tramo final, ni mucho menos, lo que pasa es que viendo de donde veníamos, lo cierto es que no está al nivel del resto de la película.

Lo mejor: Su arranque
Lo peor: Su parte final
publicado por Jefe Dreyfus el 1 septiembre, 2009

Enviar comentario

muchocine 2005-2019 es una comunidad cinéfila perpetrada por Victor Trujillo y una larga lista de colaboradores y amantes del cine.