Osama
Una denuncia social y política cargada de dramatismo presenta es laureada cinta afgana rodada con actores improvisados y sin preparación lo cual le brinda un aire documental no decayendo en ningún momento el interés de seguir esta historia de mujeres. Idónea para aquellos que busquen una película que les deje algo para conversar o detatir es Osama, que de seguro no deja indiferente a nadie. La cinta rodada íntegramente en Kabul bajo el opresivo régimen talibán, cuenta la historia de una madre de una muchacha de 12 años que es médico y pierde su empleo en un hospital y las dos mujeres, así como la abuela, se convierten en auténticas prisioneras en su propia casa, ya que por ley no pueden abandonarla sin un acompañante legal o sea un hombre su hogar o pariente cercano. Ambas urden un plan, le cortarán el pelo a la chica, cambiarán su indumentaria y la ingresan al colegio d eniños, para que parezca un muchacho e incluso le consiguen un empleo.
Asustada ante la posibilidad de que se descubra su secreto, la niña deberá luchar con su propia femeneidad, lo que resulta muy cruel, adoptado el nombre de Osama, y se va convirtiendo en el sostén de sus seres queridas pero poco a poco se le hará más difícil ocultar sus verdadera identidad. Se siente en todo momento una impotencia e injusticia que afecta, primero por despojar a esa niña de lo más preciado que es su dignidad, sus derechos y por las mujeres afganas. Este hecho la hace que sea una cinta muy bien realizada logrando su objetivo. La protagonista y sus actores pertenecen a un grupo de gente de Kabul y no actores contratados. Es una historia de mujeres prácticamente en la cárcel, la injusticia y fanatismo religioso. “Osama”, es muy sencilla en su técnica el cual no es su fuerte que proviene principalmente del trasfondo de sus historia que es lo más llamativo con una emotividad y dinamismo que resultan muy efectivos. La cámara es testigo privilegiados de tales atrocidades y es perfecto instrumento que sus realizador utiliza con enorme capacidad de sumergirnos en un pequeño infierno. Adentrarse en las luchas religiosas no es nuevo para el séptimo arte pero esta más bien va a denunciar el abuso hacia las victimas de este fundamentalismo, las mujeres que cargan el desprecio que esconden tras la túnica llamada burqa, que las cubre de la cabeza a los pies con una rejilla tupida a la altura de los ojos. Ellas no pueden hacer el más mínimo ruido, mostrar incluso accidentalmente parte de un brazo o pie, menos pasear con un hombre ajeno a la familia lo que provoca el que sean golpeadas y apedreadas en público, en muchos casos hasta lamuerte.
La película fue filmada en la localización en Kabul, Afganistán con un presupuesto de aproximadamente $ 46,000 USD.