Lars Von Trier vuelve reencarnado en David Lynch con Anticristo. El director no solo consigue el escándalo y la polémica, sino un film para los sentidos en el que Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg están al 100%, actuando con cada parte de su cuerpo

★★★★☆ Muy Buena

Anticristo

Este tipo de películas llena la sala de morbosos. Unos ríen, otros se arrepienten, y muchos desean salir para decir: fue brutal. Pues brutal fue, y aún quitándole todas las capas de provocación, escenas macabras, eróticas y en definitiva explícitas, se nos queda en una película con un argumento interesante y complejo, unas actuaciones que no volveremos a ver hasta pasado un buen tiempo y una estética y efectos que recuerdan a David Lynch.

Lo complejo y lo inexplicable del comportamiento humano, los orígenes de la moralidad, la religión, el sexo, el odio y la autodestrucción son temas de alta sensibilidad que entran en una historia en la que un matrimonio decide irse al Edén, un bosque aparentemente como otro cualquiera, para superar el trauma de haber perdido a su hijo.

En una película en la que se disemina de manera drástica la psicología del ser humano, las escenas de dolor y desesperación no dan una sensación de abuso, sino que aporta una gran significado a la película. Es como si el film estuviera rodeado de micrófonos de alta sensibilidad, y como si todo lo que viéramos fuera desde los ojos de alguien que vive un sueño que parece totalmente real. Y llámame pesado, pero para lograr esa sensación es necesario verla en versión original.

Es cine europeo con una pizca de americano (lo justo para que no llegue a lo absurdo y exagerado). Es Willem Dafoe el lucha, compenetración y fascinación mutua con la actriz y música francesa Charlotte Gainsbourg. Es de lo mejor que hay ahora en taquilla. Es muy recomendable.

Lars Von Trier, aunque con una careta puesta de David Lynch, sube un nuevo nivel en categoría.
publicado por Miguel Ruiz Manzano el 27 agosto, 2009

Enviar comentario

Leer más opiniones sobre

muchocine 2005-2019 es una comunidad cinéfila perpetrada por Victor Trujillo y una larga lista de colaboradores y amantes del cine.