Recurriendo “”al mejor gancho comercial” que es el sexo, la cinta latina basa su propuesta en un relato coral que trascurre entre sábanas, quejidos, gruñidos y besos
Grado 3
Lo cierto es que estaba medio reticente a ver la película chilena “Grado 3”, hasta que fui a verla por razones mayores pero no tentado por la difusión que su realizador llevo a cabo en distintos medios y avant premiere. Es una apuesta que va en búsqueda fácil de público y que mejor manera que usar este éste gran “gancho comercial”. La mezcla el sexo en todas sus variedades con actores de televisión de Chile son una apuesta casi segura de recaudación las primeras semanas pero que a no mediar un trabajo de calidad de diluye lentamente con el boca a boca. La realización carece de contundencia, se ve en algunos actores fuera de sus roles e incómodos por cierto. En “Radio Corazón”, su anterior film dividido en tres historias, que es harto mejor que este, desarrolla con el capítulo “El beso del dragón” una secuencias bastante divertidas. Acá derechamente retrocede y vuelve a punto cero. De hecho esta cinta no es una idea original de nuestra tierra ya que esta basada en "young people fucking" de Canadá. “Grado 3″ es una comedia que apela a lo sexy y lo divertido de de forma muy desfachatada que recrea a partir de un irregular humor encuentros amorosos y sexuales de cinco parejas desde el grado 1 que se entiende como besos y abrazos hasta el grado 3 que es sencillamente hacer el amor. Los cinco relatos son “Los Amigos” donde un homosexual recibe oferta para acostarse con sus mejor amiga; un matrimonio joven que ve su relación desgastada en “El Matrimonio”, tres estudiantes que buscan experimentar nuevas sensaciones en “Departamento Compartido”, una pareja de ex pololos que se reencuentran en “Los Ex” y la historia del abuelito símbolo del viagra que decide celebrar su cumpleaños en la compañía de una atractiva joven en “El Cumpleaños”. Con ellas se hace una caricatura e historia coral de sexo convirtiéndolo en un trabajo que quedará de seguro en el corto plazo en el olvido. Las partes más risible se deben principalmente a los garabatos y a las acertadísimas actuaciones del pequeño Fernando Godoy que esta muy cómico. También Cristina Peña y Lillo Cristina Peña y Lillo como la correcta esposa y Héctor Morales como el gay arrepentido.