Cuestion de honor
Aunque se parezca mucho a "La noche es nuestra" en su trama policíaco-familiar, la verdad es que esta película se gana por derecho propio un hueco en los thrillers protagonizados por corruptos agentes de la ley.
Un gran reparto y una película cocinada a fuego lento siempre entra bien, y esta no es una excepción. Una trama bien construida y unos personajes muy bien escritos no dejan que despeguemos la vista de la pantalla.
A pesar de lo tópico de su trama (investigaciones y polis corruptos hasta las cachas), tal vez tenga como valor primordial un sentido del honor frente a la gloria de conseguir el éxito fácil. Honor y Gloria. No en vano es el título original de la película.
Es muy difícil hacer cumplir la ley, pero cuando debe ser aplicada a los propios agentes encargados de hacerla cumplir, debe ser tarea imposible. Esta película nos envuelve en la angustia de vernos perjudicados y envueltos en trampas organizadas por agentes de la ley, la corrupción que supone un vicio del que uno no se despega y que sabe que le está desviando del camino correcto.
Si además de policías hablamos de parientes y demás relaciones cercanas y peligrosas, podemos decir que esta película es muy buena. Un gran ejercicio no sólo de thriller, sino de justicia valiente. De poner la cara y tomar dolorosas decisiones. Muy buena.