Camino
Extraña película sobre una niña que el Opus está intentando beatificar. La verdad es que no me queda claro lo que quería el director, y si la idea era hacer una crítica a esa organización religiosa le queda bastante pobre. Al final es otra hiper-valorada película del cine español, que si no por el cansino auto bombo que ha recibido por parte de la crítica hubiera pasado sin pena ni gloria… que hubiera sido lo mejor.Porque menudo drama de mierda que nos ofrece el señor Fesser. Entiendo que como muchos españoles estudiantes de colegios de curas, tenga muchos demonios que exorcisar y aún más ganas de meterse con la iglesia más rancia, en este caso la rama dura del Opus Dei, pero señor mío, hay que hacerlo con algo más de talento e intención. Y sobre todo valor, para meterse con el verdadero fondo de esta secta insertadas como un tumor en el corazón de la iglesia católica.
A ver, se equivoca en mostrarnos la vida interna de los novicios del Opus como algo negativo. Al final se trata de ingresar en un convento, ni más ni menos. No veo el por qué de ese interés en ahondar en la forma que separa a la familia el seguimiento de una vocación religiosa. De hecho el propio Opus no ha comentado nada sobre esa parte porque es enteramente cierta. ¡Se trata de un convento coño! Y conventos han existido desde siempre.
Se equivoca en mostrar unos curas paródicos que nos recuerdan a la España de Franco. El Opus es mucho más sutil y peligroso que la imagen que nos da en la película. Aquí resulta que son malos y torpes, y que se aprovechan de la buena fe de los demás… puede que a menudo sea así pero resulta tan ridículo que pierde toda credibilidad. A veces parece que hallamos dado un salto atrás en el tiempo y que vaya a salir Alfredo Landa vestido de cura.
Se equivoca en la duración del drama, la historia no da tanto de sí. Prolongar más de horas esto es un sufrimiento para todos. Más aún cuando se deja grandes temas por tocar.
Y se equivoca en relacionar el amor a Cristo con el amor preadolescente de un niña. Está fuera de lugar. Desmerece por completo la memoria de la niña y de su familia, que al final son a los que se ha de respetar. Tanto vale una interpretación como otra. Una puede ser que hablaba con Dios, otra que rememoraba un amor no consumado. Pero ¿con qué objetivo? ¿qué pretende Fesser? supongo que minimizar el efecto de esa muerte, vulgarizándola.
Lo de los aplausos cuando muere la niña está fuera de lugar. Según la familia y los miembros del equipo médico la cosa no fue así, pero de todas formas es una licencia dramática que no creo adecuada.
Pero bueno, resumiendo un poco, he echado de menos lo siguiente: ahondar en el tema de la financiación del Opus, incidiendo en la dificultad de la iglesia católica en general para encontrar nuevos adeptos con vocación. Otro tema es la dudosa beatificación de su fundador, que seguro no se hubiera hecho de no ser su orden la de mayor auge, tanto a nivel personal como económico-político de la iglesia católica.
También echo de menos algo más de caña respecto a la manipulación de los hospitales del Opus, en este caso el del Pamplona, con los pacientes, principalmente en fase terminal. La forma en que juegan con la fe o las emociones de los enfermos para desplumarles la cartera y finalmente mandarlos a morir a la sanidad pública.
Muchas cosas para plantear una crítica y muchas cosas realmente fuertes. No basta con meterse con una pobre niña que tuvo la desgracia de caer en una familia completamente absorbida por el fanatismo religioso.
Es curioso lo que es una historia según como sea el final. Esta película, si la realiza un religioso hubiera acabado como un triunfo. En cambio, en manos de este señor acaba como algo vacío y sin sentido. Y digo yo, ¿no es la historia de esta niña lo más cercano a la santidad que hemos visto en los últimos tiempos? Si nos despojamos de toda ideología, la forma de llevar su enfermedad y posterior muerte es grandiosa, independientemente de como nos la quieran vender. Una pena porque en otras manos hubieramos podido estar frente a una obra maestra.
Torpe, pretenciosa y equivocada. Tecnicamente correcta pero moralmente indecisa. El señor Fesser tendría que ahuyentar sus fantasmas y dedicarse a hacer cine.