Oviedo Express
Reconozco que tengo ciertos prejuicios con el cine español, aunque de vez en cuando veo alguna pequeña joya del cine de este país que me hace cambiar de opinión durante un tiempo. Nunca tengo ningún tipo de expectativas cuando veo una película española y creo que eso hace que las asimile mejor.
Viendo Oviedo Express he disfrutado muchísimo, más que con Benjamin Button o Slumdog Millionaire, que son las películas de moda, yo no digo que sean malas, porque no lo son, pero parece la mayoría de los bloggeros, críticos y todo al que le gusta hablar de cine se dejan llevar a veces por esas modas pasajeras de películas superpremiadas y publicitadas, llegando a decir barbaridades como "es una obra maestra", "se va a convertir en uno de los grandes clásicos del cine", sinceramente me parece excesivo utilizar esas expresiones y perjudicial para el cine en general, ya que devalua el valor de las verdaderas obras maestras.
Gonzalo Suarez juega con la realidad y la ficción, con los paralelismos entre una obra (La Regenta) y las vidas reales de los actores que la interpretan y que le complican la existencia a una chica que nada tiene que ver con el mundo de la actuación pero cuya vida cambia significativamente desde que llegan los actores a su ciudad.
Los personajes son geniales, cada uno con sus excentricidades y detalles que les hacen únicos y especiales; Maribel Verdú interpreta una mujer que cree en los ángeles y que a veces los ve e incluso los huele, Carmelo Gómez interpreta a un actor casado con Mariola Fuentes (Aitana Sánchez Gijón) que no puede dejar de ser infiel y que siempre va vestido con la ropa de sus personajes, Aitana es esa mujer engañada, temperamental y llena de energía con una pequeña adicción; un personaje que me ha llamado mucho la atención es el de Jorge Sanz, un actor acabado (y estoy hablando de su personaje) y consumido por el amor que tiene por Mariola, que últimamente dice ser metafísico porque ve su vida pasar a través de un tren, él es el que nos enseña Oviedo en un pequeño peregrinaje que hace a lo largo de la película por las calles de la ciudad.
La película no es memorable y no diré que se trata de una "obra maestra" ni nada parecido pero es estupendo ver películas como ésta, llenas de libertad ya que nacen sin la intención de ser nada más que lo que son: pequeño trocitos de felicidad.