Serenata nostálgica
"Un matrimonio sufre, en su estancia en Japón, un terremoto a resultas del cual la mujer, que estaba embarazada, además de perder al niño, pierde también la posibilidad de volver a ser madre.
Tiempo después, adoptan a una niña de dos meses, que les devuelve la sonrisa. Sin embargo…"
Buena película, muy bien dirigida por George Stevens, con emoción contenida y sensibilidad a flor de piel.
Contiene algunas escenas sentimentales que podrían haber caído en el ridículo, pues se prestan a ello, pero Stevens, hombre siempre inteligente aunque a veces demasiado académico, logra emocionar gracias a un cuidado guión. Además, las interpretaciones son sensacionales, con un Cary Grant, estupendo en sus registros melodramáticos, una exquisita Irene Dunne y dos soberbios intérpretes de los antes mal llamados "secundarios": Edgar Buchanan y Beulah Bondi. Ambos componen unos personajes tiernos y entrañables, llenos de amor y cariño.
Algunas escenas, como el baño real a un bebé, son antológicas y mantienen los ojos sin pestañear.
Magnífico montaje y bonitas canciones que dan paso a la vida matrimonial de una pareja que se quiere de veras, pero que no puede decirse que tenga suerte en la vida.