¡Qué muerto me ha caído! (Ghost Town)
Dentro del ya quemado mundo de la comedia, que USA se haya atrevido a importar a Ricky Gervais después de varios cameos sin importancia en largometrajes, es todo un acierto. Ha creado dos magnas obras de la serie de televisión: "Extras" y "The Office", con remake americano con el gran Steve Carell. Y su talento creativo es casi igual que su talento interpretativo. "Ghost town" es su primera peli como protagonista.
Acompañado de Greg Kinnear y Tea Leoni, y con una presencia asombrosa, Gervais se distingue no sólo por su vis cómica y su marcado acento británico, sino que se convierte en toda una revelación para aquellos que le quieran dar un papel con enjundia.
Gervais interpreta a un dentista asocial, totalmente antipático y con un problemilla de salud que le lleva al hospital y le convierte en la única persona que puede ver fantasmas en Nueva York. A pesar de eso, que el trailer cuenta con detalle, la comedia rezuma un aire clásico realmente sorprendente. No escatima en risas, pero tampoco en buenas intenciones ni en emociones.
De hecho, para ser una película Dreamworks, diría que se asemeja más a una película Capra. Y no sólo por una buena mezcla entre comedia y drama, sino porque en ningún momento cae en el chiste fácil (lástima que el doblaje seguramente lo haga, y como adelanto está el título) y mantiene un buen gusto sorprendente en las comedias recientes. A remarcar, algunos momentos emotivos y detalles que no a todos se les ocurren, como la etiqueta del jersey. Cuando la veáis sabréis.
Esta película es una delicia a disfrutar en versión original. Gervais es grande, y ahora tiene la oportunidad de demostrárselo a todos los espectadores que a partir de marzo pasen por las salas de cine. Y yo os invito a reír y emocionaros con él. La película merece la pena.