Marchar o morir (march or die)
"Tras la finalización de la I Guerra Mundial, un grupo de legionarios se dirigen a un apartado lugar de Marruecos, para impedir que algunas rebeldes tribus del lugar ataquen a un grupo de arqueólogos que han descubierto una vieja tumba que podría contener toneladas de oro.
El grupo está comandado por el mayor Foster, un estadounidense que está harto de la guerra y de cuantos se enriquecen en ella poniendo en peligro la vida de sus hombres, como en esta ocasión".
Bastante entretenida producción británica, bien llevada a base de amenas situaciones donde la amistad, el honor, la heroicidad y el amor se entremezclan de forma fluida, aunque un tanto deslavazada en alguna ocasión.
Lo más raro del film es su elenco interpretativo, con actores de las más diversas procedencias y formas de actuación.
Las escenas de acción, las puramente bélicas están muy bien filmadas, aunque ciertamente hay escenas que nos retrotraen al, por ejemplo, spaguetti western. Y me refiero a la forma en que mueren diversos legionarios, que caen de la forma más exagerada y poco natural cuando les disparan mortalmente, y también cuando Terence Hill (que en toda la película no cambia de cara) dispara a sus enemigos con una ametralladora. Esta no necesita un nuevo cargador, disparando sin cesar cientos de balas. En fin, poco creíble, aunque no merma que la cinta se deguste fácilmente gracias al buen hacer tras las cámaras de Dick Richards, no olvidemos autor de algunas más que estimables producciones.
Está bien y se ve gratamente.