Brüno
A falta de una palabra mejor digo que Bruno es un film irreverente y tal vez debamos redefinir su concepto después de que Sacha Baron Cohen haya sobrepasado los limites entre la crítica, el humor negro y el absurdo en su nueva cinta. Bruno está dirigida por Larry Charles a modo de falso documental al igual que su último film: Borat, donde también trabajo con el ácido guión de Sacha Baron. Todos estos personajes están inspirados en su trabajo en The Ali G Show.
Bruno cuenta la historia de un reportero de la moda, austriaco, gay que intenta a toda costa conseguir la fama. El guión es una crítica al mundo fashion "superficial y frío". Al igual que Borat ataca los valores de los estadounidense, burlandose de su racismo, de su machismo, la idiosincrasia de rechazo y violencia que los caracteriza. Su humor está basado en utilizar temas tabú: la violencia de género, el racismo, la homofobia, atacar a la religión, a la industria del entretenimiento y su vacío concepto sobre la vida, ridiculizar temas como el aborto, la explotación sexual. No encuentro un tema "cool" que Bruno no despedace. Se burla de las estrellas de Hollywood, pinta de estúpidas a las supermodelos y evidencía la verdadera razón de humanismo que existe en los actores y cantantes de la industria del entretenimiento.
Toda la película está plagada de referencias pop, históricas, sociales. Su humor más que negro, denigra, sorprende y seguramente hará enojar a más de uno. Hay que ver Bruno con la mente abierta. Todo lo que hace es burlarse de razas, nacionalidades, artistas, religiones, conflictos armados y sobre todo de la visión que existe en Hollywood sobre la situación del mundo. Podemos decir que Bruno es Zoolander a la decima potencia poseído por Hitler, Mariah Carey y Oprah al mismo tiempo. La ignorancia y superficialidad del personaje lo hace cruel, racista. Su homosexualidad la aprovecha para evidencíar el rechazo que sigue existiendo en Estados Unidos y la cultura de odio que existe en torno a los homosexuales. Esto no quiere decir que los defienda. Los ridiculiza y los estereotipa hasta el hartazgo. De igual forma ataca a las celebridades que creen realizar labores humanitarias adoptando niños en África. Podemos encontrar como un tercer eje de la trama la explotación del sexo. Desnudos y escenas semi-pornográficas son parte del festín visual que impacta y seguramente ofenderá a muchos espectadores. Bruno es un film difícil de digerir. Al final no es el personaje el que más sorprende sino la triste realidad que refleja la sociedad norteamericana. Es una comedía ácida, molesta pero que divierte terriblemente. Del humor se ha dicho mucho, pero a veces lo que más produce risa es el dolor, la burla humillante, las cosas con las que nos reflejamos. Bruno es incomoda porque no deja de reírse del mundo. Es tal vez en pantalla grande un limite entre la comedia voraz y un espejo peligroso de las sociedades quienes se ven decaídas por el poder de la televisión.
Es un gran insulto a practicamente todo el mundo. Se ríe de todos y de todo: lo complicado viene cuando ridiculiza algo y lo lleva al límite y posiblemente no todo el público este listo para este tipo de humor.