Casualties of war
La historia comienza mostrándonos la visión de la guerra desde el punto de vista del batallón liderado por el Sargento Tony Meserve (Sean Penn), el cual también está integrado por el soldado Eriksson (Michael Fox). Luego de una batalla en donde Meserve termina salvando la vida de Eriksson, nacerá una creciente admiración de éste último hacia su lider. Pero las cosas cambiarán cuando al batallón se le encomienda una importante misión y Meserve toma la decisión de secuestrar a una joven vietnamita de una aldea y llevarla junto con el resto del grupo para lo que él mismo llama “diversión, esparcimiento y mantenimiento alto de la moral del grupo”, con la clara idea de usar a la joven como un objeto sexual. Ante la rotunda negativa de Eriksson a participar en este incidente, diferentes problemas se sucederán entre él y el resto del grupo, en donde se pondrá en riesgo la vida de la joven y hasta la del soldado Eriksson al negarse a seguir la iniciativa de sus compañeros.
Quería dedicarle unas líneas a esta grandiosa producción de Brian De Palma por varios motivos. Primero y principal, porque relata un desgarrador episodio real de una manera notable, tanto en rubros técnicos como en su calidad narrativa. Y segundo, porque también muestra una clara crítica a la intervención de su país en Vietnam, aunque la cinta llegado un momento deja de lado esto último para centrarse en la narración de la joven secuestrada.
La adaptación de la novela de Daniel Lang, fue llevada a cabo de manera muy eficaz por David Rabe, quien ha logrado un libreto interesantísmo de principio a fin, sobre todo por el tono dramático que le dio a la historia (la que ya de por si es bastante perturbadora), el cual se encuentra presente desde el momento que la joven vietnamita es secuestrada hasta su excelente plano final.
Hay que destacar dos partes muy claras en la narración de la cinta. Por un lado en los primeros cuarenta minutos, se nos presentan distintas situaciones tendientes a reflejar el drama de la guerra y el desprecio total por parte de los soldados norteamericanos por una situación en la que evidentemente nadie querría estar.
Por otro lado, ya pasado esos cuarenta minutos iniciales la narración se vuelca totalmente hacia el secuestro de la joven vietnamita y la película se transforma (siempre con el trasfondo de la crueldad de la guerra de fondo) en una especie de juego del gato y el ratón entre los personajes de Sean Penn y Michael Fox (cada uno con sus diferentes puntos de vista en cuanto al secuestro de la joven).
Más allá de que la cinta posea estas dos partes muy bien marcadas en la narración, el guión ha sido muy cuidado para que la historia de este acontecimiento no quede descolocado de lo que al fin y al cabo Brian De Palma quería lograr, que era mostrar la crueldad, estupidez y locura que la guerra genera a niveles insospechados.
Metiéndonos en las actuaciones de la cinta cabe destacar un trabajo soberbio de los protagonistas secundarios como John C. Reilly, Don Harvey y John Leguizamo, todos como miembros del batallón y brindando actuaciones sumamente convincentes.
Los que merecen un párrafo aparte son Michael Fox y Sean Penn. Por un lado tenemos una más que destacada actuación de Michael Fox (alejado de sus roles más comunes) interpretendo a Eriksson, un novato soldado quien idolatra en un primer momento al Sgto. Meserve (Sean Penn), para luego convertirse en su peor enemigo cuando el secuestro de la joven se apodera de la cinta y que desde ese instante pasará a defender sus convicciones hasta las últimas consecuencias.
Con respecto a la actuación de Sean Penn, sólo cabe decir que fue magnífica en todo sentido, mostrándose como un soldado bondadoso y compañero en un comienzo, para luego mostrar lo peor de un ser humano en toda su expresión.
Quería finalizar esta crítica hablando de la estupenda dirección de Brian De Palma, quien ha sabido relatar de manera soberbia una muy tensa historia, y lo ha hecho de una forma impecable. Tanto por su impecable pulso narrativo, como por su excelente manejo con la cámara (unos cuantos planos secuencia son fenomenales), su labor ha sido extraordinaria.
Pero más allá de todo esto, De Palma brinda una cinta antibelicista y en donde muestra la locura de la guerra (en éste caso Vietnam) en su máxima expresión. En definitiva, un cinta altamente recomendable por tratarse de un film basado en un hecho real, excelentemente narrado y filmado como los dioses por Brian De Palma y que cuenta con actuaciones soberbias, sobre todo de Michael Fox y Sean Penn.