Sin Perdón
Fiel a su costumbre de no subestimar la inteligencia del espectador, Clint Eastwood hilvana un western crepuscular y desmitificador, una historia que nos presenta a William Munny, un antiguo asesino hijo-de-perra [bastante mayor ya] que se une a su antiguo socio y a un jovenzuelo para ir a matar a dos vaqueros que han agredido salvajemente a una prostituta; de esta forma, con la recompensa, podrá hacer más llevadera su vida de porquero y la de sus dos hijos.
En una ocasión Clint Eastwood sentenció "hay dos formas artísticas genuinamente americanas que no son apoyadas por los americanos. Una es el jazz y la otra el western". Pues bien, nos encontramos con la cuarta incursión que realiza en el género, después de "Infierno de cobardes", "El fuera de la ley" y "El jinete pálido". Una cinta de tintes clásicos más próxima a la filmografía de John Ford que a la del maestro italiano que lo puso en boca de todos con la trilogía del dolar, Sergio Leone [la película está dedicada tanto a éste último como a otro de sus maestros, Don Siegel].
Ya desde el primer plano el director [y actor] utiliza las bondades del espacio abierto como, décadas antes, ya hiciera John Ford, al dar a conocer a medio mundo un icono de la cultura popular como es el Monument Valley. Nostalgia, pesimismo, redención, violencia desmedida… son lugares comunes en muchos de los western de última hornada, auspiciados bajo la larga sombra del "Grupo salvaje" de Sam Peckinpah. También la banda sonora de Lennie Niehaus es un elemento a destacar: sencilla y magistralmente evocadora.
El apartado interpretativo merece una mención aparte ya que TODOS están soberbios. Empezando por el propio director del film, que extrapola el personaje de "the man without name" de las películas de Sergio Leone, pero con un poco más de artritis y sin el eterno cigarrillo en la boca; continuando por Morgan Freeman ¡Qué decir de este actor que no se haya dicho ya! Pues sí, que lo mismo vale para un roto que para un descosio. Siempre magnífico. Siempre con la expresión que piensas debe tener una persona en una situación similar. Memorable la escena donde coge el rifle para matar a uno de los vaqueros y no puede ¡Dios! Esa mirada dice tantas cosas en tan solo unos segundos…
Otro que tal canta es Gene Hackman que se enfunda un traje de sheriff/ex-forajido que le queda como un guante, a pesar de que siempre le recordaré como el brusco Popeye Doyle recorriendo cual Fernando Alonso las calles de Nueva York en "The French Connection, contra el imperio de la droga" [con Oscar incluido]. Su interpretación de Little Bill es memorable [otro Oscar incluido, dicho sea de paso] un tipo al que no le gusta que forajidos [como él lo fue] ronden su pueblo con intenciones monetarias. Clint Eastwood pidió a Hackman que tomara como ejemplo para su papel a Daryl F. Gates, jefe de policía de la ciudad de Los Ángeles, fundador de los SWAT y defensor manifiesto de una linea policial dura y sin concesiones. El pintoresco asesino a sueldo "Bob el inglés" interpretado por Richard Harris no deja de estar a la altura de este catálogo de grandes actuaciones. Como muestra un botón: el momento en el que tanto él como su biógrafo son detenidos por Little Bill y sus ayudantes, los cuales les solicitan "amablemente" se presten a darles sus armas.