Boogie nights
Con un espléndido plano secuencia comienza esta cinta de Paul Thomas Anderson sobre el mundo del cine porno. El filme se basa en la vida de Dirk Digger (Mark Wahlberg) y es una ampliación del corto que ya realizara Anderson a final de los ochenta. Es un fiel retrato de exhibidores, productores, directores, técnicos y actores del cine de adultos en la realización de sus películas; pero también es una denuncia de lo cerca que conviven con el delito y la corrupción, y de la degradación que finalmente sufren.Por su temática, y la puesta en escena tan cercana a la realidad, Boogie Nights fue prohibida en diversos países y Anderson tuvo que cortar varias escenas de sexo explícito para conseguir una calificación moral que le permitiera exhibir la cinta en condiciones normales.
Aunque el protagonismo de Mark Wahlberg es claro, Anderson realiza un largometraje coral, precedente de su excelente Magnolia (1999) donde actúan, prácticamente, los mismos profesionales: William H. Macy, Julianne Moore, John C. Reilly, Philip Seymour Hoffman, etc. El realizador expone, con su característica crudeza, la particular historia de cada uno de los secundarios; y le da tiempo a iniciarla, desarrollarla y concluirla a lo largo del metraje –eso sí, de más de dos horas y media de duración-. El resultado es un buen ejercicio narrativo que le acerca al mejor Robert Altman, pero sin perder su propia personalidad .