Passengers
Después de haber firmado dos películas extraordinarias como son Cosas que Diría con Sólo Mirarla o Nueve Vidas, parece difícil que nos pudiera sorprender el gran talento de Rodrigo García, pero con Passengers lo ha conseguido. Y es que coger un guión plano y obvio y transformarlo en algo totalmente distinto está al alcance de muy pocos directores. Y Rodrigo García es uno de ellos.
Porque a pesar de toda la campaña promocional, que vende al film como si de un thriller psicológico se tratase, Passengers es una película muy diferente. Rodrigo García, a partir de un guión con vocación de cinta de misterio al más puro estilo de Hollywood -en cierto sentido, recuerda a la mediocre Identidad, de James Mangold-, firma una obra llena de profundidad en la que devuelve el protagonismo a los personajes y no a las circunstancias que éstos atraviesan. Con la sensibilidad que lo caracteriza, García convierte la relación de los dos personajes centrales en el auténtico corazón emocional de la historia, más allá de la intriga o el suspense, que son ofrecidos al espectador -muy acertadamente- en pequeñas dosis. Pero la habilidad de Rodrigo García no puede enmascarar completamente las carencias del guión, aunque sí se nota la mano del cineasta colombiano en el acabado final de los personajes. La historia es bastante simple y previsible desde el comienzo, aunque es paradójicamente en los minutos finales del film en los que se revela el mejor buen hacer de García, otorgando al final un nuevo enfoque mucho más profundo al introducir unas ligeras pinceladas de fantasía y magia en una intrincada y artificial vuelta de tuerca diseñada con el único propósito de sorprender e impactar al espectador. Y como no podía ser de otra forma, con un Rodrigo García que sabe extraer las mejores cualidades de sus actores, el trabajo de todo el reparto es magnífico. Destacan de forma especial una estupenda y muy madura Anne Hathaway, que realiza una interpretación muy sobria y contenida, y un inquietante y atormentado David Morse. Porque a estas alturas, ¿qué se puede decir de una gran dama de la escena como Dianne Wiest?
Passengers no es ni de lejos la mejor película de Rodrigo García, pero en ella el cineasta colombiano se reivindica como un grandísimo director, capaz de extraer y potenciar las mejores cualidades de un guión tan flojo como el de Ronnie Christensen minimizando al mismo tiempo sus peores defectos.