Los Extraños
Los extraños supone el debut como director y guionista de Bryan Bertino, un joven cineasta tejano que, tras destacar en un concurso de nuevos talentos, consiguió vender el libreto de este filme (inspirado, por cierto, en un suceso real) a la Universal, compañía que más tarde le ofreció dirigir su propia historia.La premisa argumental (que presenta más de un punto en común con Funny Games, la película que el danés Michael Haneke estrenó en 1997 -y que recreó hace tan solo unos meses-) es sencilla: una pareja de "treintañeros" intenta solucionar una crisis en su relación con una cena en un aislado caserón (propiedad de la familia de uno de ellos). Para sorpresa de ambos, en mitad de la noche, una misteriosa muchacha llama a la puerta y pregunta por una tal Tamara. Cuando le responden que se ha equivocado de dirección, da comienzo una pesadilla de la que ya no consiguen escapar.
Desde el punto de vista formal, destaca el carácter casi teatral de la propuesta. El reparto, por ejemplo, incluye tan sólo media docena de actores (tres de los cuales ocultan su rostro tras grotescas máscaras). Y la acción transcurre prácticamente en un único escenario, la antigua casa antes mencionada. Esto último tal vez podría causar cierto malestar (por exceso de sensación claustrofóbica) en el espectador, pero el novel realizador se muestra hábil en el manejo del espacio para impedir que ello suceda.
No es el único acierto de Bertino. El empleo del contraste silencio/ruido (atención al viejo tocadiscos) como fuente de inquietud resulta un aspecto igualmente digno de mención. Otro tanto ocurre con el juego de luces y sombras en las pocas escenas que transcurren en el patio exterior de la casa.
En cuanto a la interpretación de la pareja protagonista, Liv Tyler se desenvuelve de un modo más que correcto en un papel no exento de dificultad, pues sobre su actuación recae buena parte del peso de la trama. No se puede decir lo mismo de su partenaire, quien demuestra estar todavía demasiado “verde” para encabezar el reparto de cualquier producción con un mínimo de pretensiones.
Entre los aspectos negativos del filme, además de la inexpresividad de Scott Speedman, sobresale la explicación algo embarullada de cuál es el verdadero origen de los problemas de la pareja (breve flashback incluido). Y el plano final, totalmente prescindible (y que malogra un acertado anticlímax).
Resumiendo, aunque Los extraños no se distingue precisamente por la originalidad de su planteamiento, posee un indiscutible valor como producto bien confeccionado. Más aún cuando tenemos en cuenta el carácter primerizo de la obra. Por tanto, si alguien desea pasar hora y media (escasa) de "mal rollo" sin estridencias en una sala de cine, con esta película no quedará defraudado.
Lo mejor: La falta de información sobre los tres
Lo peor: El plano final. Scott Speedman.