Kun-fu-sion
Kung fu Hustle, Crazy Kung Fu o Kung Fusión como se la conoció aquí y en Italia es de esas películas que se dan una cada tanto, con suerte, una por año. Y últimamente, sin duda, el cine oriental, léase China, Hong Kong, Corea, Japón y Tailandia están logrando con mucha asiduidad uno de esos hits de originalidad. Hollywood y el resto de los tradicionales productores de cine necesitaban rejuvenecerse, volver a sorprender además de entretener y emocionar.Es el caso de Kung Fu Hustle, una comedia hilarante, por momentos graciosamente bizarra, pero constantemente original. Con coreografías de artes marciales de la mejor clase, con excelentes actores de comedia, se logra una cinta fresca, suelta, atada solo a los clisés que ella misma propone. Es como esos buenos libros que no queremos que se acaben nunca. Es un gran plato para paladear una y otra vez. Gracias al Dios del cine, que podría ser Morfeo, en el 2010 viene la segunda parte que promete no defraudar.
Pero este muchacho, Stephen Chow, actor desde el 84, escritor y director desde el 94 y productor desde el 96 participó en no menos de 60 films y es muy conocido en su tierra: Hong Kong. De un talento indiscutible estuvo durante años fuera del alcance de Hollywood y esperemos que no vayan más allá de distribuirle las películas fuera de Hong Kong.
Entusiasmado con esta cinta vi también "Shaolín Soccer" de 2001 y me encontré con el embrión, con el laboratorio de Kung Fú Hustle. Por momentos entupida, por momento sublime, Shaolín Soccer es una continua sucesión de altibajos donde los alti es lo que tiene que ver con Shaolín y los bajos lo que tiene que ver con el Soccer. Parecería que en Kung Fu Hustle logró deshacerse del fútbol y se quedó con las artes marciales que sin duda son lo de él.
Volviendo a la película que nos convocó, es una de las difíciles de clasificar, de explicar, de recomendar. Hay que verla y dejarse llevar en la barcaza del absurdo e internarse en una suerte de Mortal Kombat en un ámbito de personajes muy particulares que despiertan ante la amenaza y la extorsión ejercida por la banda de chicos malos locales. Una vez más, el Bien, el Mal y el Más o Menos se entrecruzan en una verdadera Kunfusión de magnitudes sobrehumanas.
Ya la vi tres veces….y la disfrute las tres veces. Pero no soy ajeno que son esos actos inexplicables que llevan a un crítico a perder la poca objetividad con la que contaba. Pero que importa, no tengo vergüenza en decir que es excelente y que la puedo ver una vez más.
Lo mejor: Es como esos buenos libros que no queremos que se acaben nunca. Es un gran plato para paladear una y otra vez.