Tras una injustificada espera, al fin el público ha podido juzgar a Nacho Vigalondo por su obra y no por su incuestionable carisma. Y tengo que reconocer que Vigalondo, aunque no consiga deslumbrarnos, cumple las expectativas.

★★★☆☆ Buena

Los Cronocrímenes

Tras una injustificada espera, que no hace sino demostrar la ceguera cinematográfica española, al fin el público ha podido juzgar a Nacho Vigalondo por su obra y no por su incuestionable carisma. En ese año de espera, mientras en España tenía que partirse la cara para conseguir estrenar la película, en los USA le compraban los derechos para realizar el correspondiente remake. Lo dicho, aquí mantenemos algunos defectos endémicos que va siendo hora de que cambien.

Los cronocrímenes” es la ópera prima de Vigalondo y, teniendo en cuenta la tremenda presión que debe sentir alguien que estrena por primera vez en el cine español, no me queda más remedio que rendirme ante el valor y la honestidad de la propuesta.

Valor porque se trata de un tipo de cine, la ciencia ficción, que no termina de estar bien visto en nuestro país. Menos aún si carece de efectos especiales y tiene tan sólo un reducido número de personajes.

Honestidad porque Vigalondo no apuesta por un cine comercial sino por un cine totalmente personal. La película es Vigalondo 100%, tiene su personalidad grabada a fuego, su mala leche, su atmósfera rozando el surrealismo y esa sensación de no tomarse nada en serio. Aquellos que hayan disfrutado de “7:35 de la mañana” o de “Choque” entenderán lo que quiero decir.

Ha rodado con muy poco dinero, y eso se nota, pero es notable la forma que ha tenido de economizar los medios de tal forma que, aunque se nota que no había presupuesto, no se echa en falta nada. Esto es así por un guión bastante bueno, quizás un pelín estirado para llegar a una duración comercial, y por una dirección que opta por la sobriedad y la contención.

En cuanto a los actores tengo que decir que creo que Vigalondo debería reservarse papeles menos importantes, al menos por ahora. Hay momentos en los que da la sensación de estar a puntito de echarse a reír mirando a la cámara. Bastante mejor está Karra Elejalde, que ha recibido muchas críticas negativas que le reprochan inexpresividad. Algo de eso hay porque, si bien hay que tener en cuenta que interpreta a una persona normal, anodina y aburrida y, por tanto, es lógico que su personaje transmita esas sensaciones, también es cierto que no termina de expresar la evolución del personaje todo lo bien que debería.

Candela Fernández y Bárbara Goenaga cumplen con sus breves papeles, especialmente esta última que interpreta un personaje enigmático del que nos quedamos con ganas de saber más.

Por resumir diré que Vigalondo cumple, sin deslumbrar, con los dos compromisos básicos de todo cineasta que comienza. Primero con su público, que tiene motivos más que suficientes para sentirse satisfecho, y segundo con los productores a los que demuestra que es capaz de dirigir una película eficazmente y con poco presupuesto. Espero que esto le haga más fácil estrenar su segunda y, desde hoy, esperada película.

publicado por Jeremy Fox el 15 septiembre, 2008

Enviar comentario

muchocine 2005-2019 es una comunidad cinéfila perpetrada por Victor Trujillo y una larga lista de colaboradores y amantes del cine.