Tiempo de Valientes
El cine argentino tiene muchas virtudes. Entre ellas está la originalidad de muchos de sus guiones, sus buenos intérpretes y la facilidad que tienen algunas producciones de hacer un buen producto con poco dinero.
Tiempo de valientes es una "buddy movie", con planteamiento muy policíaco y trama terrorista de fondo, pero llevado al terreno argentino, como bien podría ser el español, es decir, el policía chapucilla, gordito y algo pendeciero. Peretti y Luque, con una tremenda química entre ellos, crean una preciosa y graciosa historia de amistad; son de lo mejor de un film algo irregular.
Su primera hora, casi partiendo del drama o de una comedia sosa, da paso a unos estupendos 40 minutos finales que contienen buenos momentos, las mejores risas de la película y también el mejor tratamiento del ritmo. Su inicio y desarrollo se alarga en muchas secuencias, con diálogos perfectamente suprimibles, pero sorprende al final, con una soltura no vista al inicio y que deja con buen sabor de boca.
Por otro lado, lo que se supondría una película que junta a dos personajes tan dispares no responde al patrón de que ambos, unidos por una desgracia común, acaben aprendiendo el uno del otro. Por eso no cuaja demasiado que uno de los personajes tome más peso que el otro, pero aún así es perdonable.
Una historia improbable con personajes muy reales y cercanos hacen de esta película un producto entretenido, con el obstáculo de siempre: algunos momentos de pronunciación y algunas palabras propias argentinas. Por lo demás, recomendable.