La Isla de Nim
El verano da sus últimos coletazos y con su final se acerca el comienzo de un nuevo curso escolar, para gran alegría y alborozo de muchos sufridos padres. Sin embargo, para aprovechar estos últimos días en los que los más pequeños aún disfrutan de la libertad que les da sus vacaciones, llega a los cines la adaptación de una popular novela infantil, La Isla de Nim.
La película es una combinación muy poco frecuente entre el típico cuento infantil y la cinta de aventuras clásica con toques fantásticos. Una mezcla extraña de la que muy difícilmente podría salir algo potable. Y en efecto, el resultado no es más que un film anodino en el que la originalidad o el humor brillan por su ausencia. Lo más extraño de todo esto es que el supuesto punto de partida de la historia -el encuentro entre los personajes de Abigail Breslin y Jodie Foster- no ocurre sino en el último acto del film, por lo que la historia pierde el más mínimo interés que pudiera haber despertado. Tanto niños como adultos se aburrirán profundamente con esta cinta, aunque ya se sabe quiénes se llevarán la peor parte. La puesta en escena, lejos de enfatizar los elementos fantásticos de la historia y crear la atmósfera adecuada para el espectador, consigue justamente lo opuesto: hastiar aún más al personal. Los únicos puntos positivos son la presencia de Jodie Foster y Gerard Butler en su papel del ficticio aventurero.
La Isla de Nim es una rara y fallida mezcla entre cuento infantil -al más puro estilo Disney- y película de aventuras que lo único que consigue es aburrir soberanamente al respetable. Sólo la presencia de Jodie Foster en uno de sus pocos papeles cómicos justificaría ligeramente el visionado del film.