Tres mujeres y un plan
Con el dichoso lema de "el dinero da la felicidad" -cambiado por un "no" añadido según convenga- como base, Khouri plantea esta sencillísima película como una comedia sobre atracos y poco más. Tres mujeres y un plan tiene una premisa argumental de una superficialidad y de una extrema falta de sensatez que uno no se la toma en serio ni por un segundo -¡¿Diane Keaton limpiando lavabos?!-, aunque -todo hay que decirlo- quizás sea este el aspecto más interesante de la propuesta: la imposibilidad del conjunto y la poca credibilidad que ofrece no deja de reforzar el más puro entretenimiento, su más valiosa arma.
De todos modos podemos hallar algún que otro cambio de orden narrativo que, de alguna manera, se contradice con esa supuesta "falta de pretensiones" y hace que el relajado espectador piense algo más de la cuenta sin motivo alguno. Y es que este juego en el montaje es puro divertimiento, pura torpeza cinematográfica; una complicación innecesaria. Contradicciones aparte, mención especial a tres actrices que, sin llegar a lucirse como en otras ocasiones lo han hecho -en este caso hablo únicamente de Keaton y Latifah, sin Holmes incluída-, consiguen salvar este lamentable y prescindible proyecto que pocas veces consigue hacer reír y cuyo mensaje radica en el más puro conservadorismo americano. Únicamente recomendada para fans incondicionales de la protagonista y de las comedias tontas, tontas, tontas.