Cuatro matemáticos desconocidos entre sí son invitados por un misterioso anfitrión con el pretexto de resolver un gran enigma. La sala en que se encuentran resulta ser un cuarto menguante que les aplastará si no descubren a tiempo qué les une y por qué alguien quiere asesinarles.
Planteando esta sinopsis como punto de partida y contando con las piezas que cuenta esta película, no me negaréis que el experimento es, cuanto menos, curioso. Pero amigos, que no os eche atrás el hecho de ver a Alejo Sauras como matemático o a Santi Millán como erudito de la lógica. Todo tiene su explicación, y muy buena además, realmente en ese aspecto es bastante brillante la película, pues los personajes son bastante creíbles, aunque algunos, como el de Elena Ballesteros, esté algo mal dibujado.
El aspecto técnico es impecable. La dirección de los dos debutantes es bastante buena, la fotografía, forzada de grano, no se si de forma voluntaria, es muy atractiva, y quizá, eché en falta crear un poco más de atmósfera en la habitación, una atmósfera que está presente, pero no termina de calar demasiado como en otras películas.
Terminamos con el tema de la banda sonora, en la que colaboran los míticos Los Planetas con tres pequeñas perlas de su discografía, ¡una de ellas inédita! Así que tanto si os gustan los juegos matemáticos, si os gusta Alejos Sauras, si os gusta Elena Ballesteros, si os gustan Los Planetas… corred a ver esta peli, el último ejemplo de buen cine español que nos llega a la cartelera.