Fred Claus ha vivido toda su vida bajo la gran sombra de su hermano. Fred lo intentó, pero apenas pudo estar a la altura del ejemplo dado por su hermano menor), que fue simplemente un perfecto y buen santo. Como de costumbre, Nicolás creció para ser un modelo de entrega, mientras que Fred se convirtió en el polo opuesto; un hombre que recuperaba cosas impagadas al que se le acabó la suerte y el dinero. Por encima de las objeciones del Sr. Claus, Nicolás acepta ayudar a su hermano con una condición: que vaya al Polo Norte y gane el dinero que necesita trabajando en el taller de Santa. El problema es que Fred no tiene exactamente madera de duende y, con la cercanía de Navidad, Fred podría poner en peligro las vacaciones más alegres del año.
Con esta sinopsis, difícil es que salga algo bueno. De verdad, me entenderéis cuando pongo que el director y los actores están de vacaciones, de saldo. Toda la película es una gran parodia que se ría directamente del espectador. Lástima que contenga una par de detalles que, bien utilizados podrían haber hecho brillar esta comedia en ciertos momentos, pues se han perdido en un espectáculo bochornoso de navidad.
Parece mentira imaginarnos que tan buen plantel se reúna en una película como esta. Y no lo digo por Vince Vaughn, que a pesar de empezar con una carrera bastante prometedora con La Celda y el Psicosis de Gus Van Sant, se ha perdido por los derroteros de la comedia, haciendo casi cualquier producto, de los cuales resultan un par de obras bastante estimables solamente. Me refiero a Paul Giamatti, Rachel Weisz, Kevin Spacey, Kathy Bates y Miranda Richardson, entre otros, que están en una película como esta, como ya os he dicho, de vacaciones, pasándolo bien, sin tener que preocuparse de tener que interpretar correctamente.
Igual que ellos, el director, que realiza planos impensables. Da patadas a todos los manuales de planificación audiovisual. Los únicos que han hecho su trabajo bien han sido el director de arte y el director de fotografía, las unicas dos cosas reseñables, aunque no las tengo todas conmigo de que la dirección de arte no haya sido hecha en parte por ordenador. En definitiva, si no tenéis nada que hacer, quizá os apetezca acercaros a ver este filme, pero creo que, ahora que llega la Navidad, seguro que habrá otras opciones mejores.