Molly Mahoney es la tímida e insegura gerente de Mr. Magorium’s Wonder Emporium, la más extraña, fantástica y maravillosa tienda de juguetes del mundo. Pero cuando el Sr. Magorium, el excéntrico dueño de la tienda que cuenta con 243 años de edad, decide traspasar la tienda a la joven Molly, un oscuro y ominoso cambio comienza a revelarse sobre el notable comercio…
Edulcorada al máximo. Esa es la única premisa de la película, así que me veo en la obligación de decir a los que no soporten este tipo de películas, o no sean capaces de entrar en el juego que propone, que se abstengan, pues sino obtendrán una sobredosis de glucosa con esta comedia fantástica, llena de magia, que transporta al espectador a la época en la que era un niño.
Un papel escrito expresamente para Dustin Hoffman (le queda como un guante), la presencia siempre grata de Natalie Portman, y unos secundarios como Jason Bateman (visto en la inconmensurable Arrested Development) y Zach Mills, hacen de esta película la mejor opción para los más pequeños de la casa ahora que se acercan estas inminentes vacaciones.
Pero no nos olvidemos de los adultos. Ver a Natalie Portman teclear sobre un asiento del autobús es una experiencia deliciosa, el acento que pone Dustin Hoffman al personaje (en V.O.) es realmente curioso, y por supuesto, comprobar cuán mágica es la famosa tienda de Mr. Magorium son valores añadidos. Además, por si fuera poco, puede ocurrir que durante dos horas, la película te aleje de lo que ocurre fuera de la sala y te convierta en un niño ilusionado. Y eso si que no tiene precio.