Un intento agradecido de reavivar la franquicia de Francisco Ibáñez, pero tristemente fallido.

★★☆☆☆ Mediocre

Mortadelo y Filemón: Misión Salvar la Tierra

Cuando ocurrió el boom de los superhéroes USA en el cine, todos nos preguntábamos por qué nosotros no eramos capaces de tirar de cómic y currarnos unas pelis. Javier Fesser fue capaz, y adaptó a la pantalla de una forma increiblemente fiel a Mortadelo y Filemón. La gente no se lo perdonó, a mi particularmente me entusiasmó. Ahora, años después, otro director, otra productora y en definitiva, otro equipo, se hacen cargo de la franquicia. ¿Que habrá pasado esta vez?

El planeta se enfrenta a una gran amenaza. Coincidiendo con una gran sequía, un grupo de malhechores se propone eliminar las reservas de agua que quedan en la tierra. Los mejores agentes secretos del mundo se reúnen urgentemente, pero el malvado Botijola planea atentar contra esa reunión, para acabar así con todos los agentes. Su intención es convertir la bebida que lleva su nombre en el sustituto del agua. Intentará también secuestrar al profesor Bacterio, sin embargo, hay dos cosas con las que Botijola no contaba. Por un lado, Bacterio, antes de ser secuestrado, escondió las piezas de su invento en distintos momentos históricos, utilizando la máquina del tiempo. Por otro, hay dos de los agentes que no han acudido a la reunión, ellos van a convertirse en la única esperanza del mundo: Mortadelo y Filemón…

Tanto tiempo ha tardado en llegar, que yo, particularmente, cogí la película con ganas. Lástima que no duró mucho, pues desde el primer momento la película es muy artificial. ¿La de Fesser no lo era? Sí, pero Fesser se encargó de meternos en un universo paralelo, aquí directamente te lo plantan, si te adaptas bien, sino, te quedas fuera de la película la hora y media.

Quizá sea por esto, quizá sea por otra cosa, pero esta película no roza, ni de lejos, ningún aspecto de la anterior. Pero dejemos de comparar, que las comparaciones son odiosas. La historia es pobre (e inexistente por momentos) y sin gracia, los guionistas hacen acopio de bromas actuales, como ya pasara en series como 7 vidas (por poner un ejemplo), y no se dan cuenta de que esas bromas tienen fecha de caducidad, dentro de unos años, nadie se reirá con ellas.

Además, el aspecto más evidente de la película, la sustitución del injustamente incomprendido Benito Pocino por el absolutamente sobrevalorado Eduard Soto, es uno de los peores errores de cásting del cine español. Reconozco que Pocino era difícil de asimilar, pero no podemos negar que el tipo era Mortadelo en carne y hueso, sin ningun lastre. Soto, por el contrario ya proviene de otro mundo, de otros personajes y de otros papeles, y verle interpretando a uno de los grandes (por no decir el más grande, con permiso de Super López) del cómic patrio, no provoca más que estupefacción.

En defintivia, un intento agradecido de reavivar la franquicia de Francisco Ibáñez, pero tristemente fallida. Flojea en lo básico, y no brilla prácticamente en nada. Sinceramente, sigo quedándome con la primera. Fesser, es mucho Fesser.

Lo mejor: Poca cosa. Alguna bromita pasajera y tal.
Lo peor: Eduard Soto será el Neng toda su vida, yo lo siento en el alma.
publicado por Pablo López el 29 agosto, 2008

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